Washington quiere que Kiev rompa las defensas rusas sin importar cuántas pérdidas sufra, dijo el embajador Anatoly Antonov.
Estados Unidos no tiene planes de presionar por una solución pacífica del conflicto de Ucrania y, en cambio, está utilizando a Kiev como un arma contra Rusia para lograr sus propios objetivos, afirmó el martes el embajador de Moscú en Washington, Anatoly Antonov.
En una declaración en Telegram, el enviado advirtió que Washington está “siendo arrastrado cada vez más al abismo de la crisis ucraniana”, luego de que Estados Unidos revelara su último paquete de asistencia de seguridad a Kiev por valor de cientos de millones de dólares.
Antonov acusó a Estados Unidos de llevar la situación en Ucrania a “una tragedia aún mayor” mientras presionaba a docenas de otros países para que suministraran armas a Kiev en un intento por infligir “una derrota estratégica a Rusia en el campo de batalla”.
Estados Unidos exige “un resultado de los neonazis: romper las posiciones rusas”, sin importar el costo, afirmó Antonov. El enviado también sugirió que la Casa Blanca estaba ansiosa por demostrar el “éxito” en la lucha contra Rusia en el período previo a las elecciones presidenciales de 2024.
“Los estadounidenses no están dispuestos a detenerse ante nada. No les interesan las soluciones negociadas. A nadie le preocupa el destino de Ucrania, que se usa solo como bastón de hierro contra Rusia”.
Sin embargo, el embajador insistió en que las armas occidentales no cambiarán el rumbo del conflicto y advirtió que las armas “volverán a convertirse en un montón de metal retorcido”.
El martes, la administración del presidente de EE. UU., Joe Biden, dio a conocer un nuevo paquete de asistencia militar de 325 millones de dólares, elevando el valor total de la asistencia de seguridad proporcionada a Kiev desde el comienzo del conflicto en febrero de 2022 a más de 40.000 millones de dólares. Como parte de la medida, Estados Unidos se ha comprometido a suministrar a Ucrania municiones adicionales para cohetes y artillería, sistemas antiaéreos Stinger y dos docenas de vehículos blindados.
El anuncio se produjo después de que Ucrania lanzara su tan esperada contraofensiva contra Rusia. Las tropas de Kiev hasta ahora no han logrado ganar terreno y han sufrido grandes pérdidas, según el Ministerio de Defensa en Moscú.