El Gobierno de Estados Unidos ha desaconsejado los viajes a Uganda, entre otras razones por la reciente promulgación de una ley que criminaliza la homosexualidad y que contempla incluso la pena de muerte en los casos considerados más graves, ya que entiende que supone un grave riesgo para cualquier persona que pueda ser identificada como LGTBI.
«Tenga en cuenta que cualquier identificación pública como la comunidad LGBTQI+, sea como miembro o como simpatizante, puede ser motivo de procesamiento», ha advertido la Embajada norteamericana, que ha señalado que «incluso las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo pueden ser ilegales».
Así, Washington entiende que en el país africano ya no sólo la inseguridad o el terrorismo pueden suponer un problema para los ciudadanos estadounidenses, sino también una ley promulgada a finales de mayo por el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, y cuestionada por las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
La norma contempla la cadena perpetua por relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y hasta 10 años de cárcel por pretenderlas. Castiga igualmente la promoción de la homosexualidad, mientras que la «homosexualidad con agravantes», por ejemplo si la víctima es menor de 14 años o mayor de 75, tiene alguna discapacidad o la relación implica a personas con VIH.