En su demanda, registrada en el tribunal para el Distrito del Norte de California, Center for Food Safety (CFS) y Pesticide Action Network North America advierten que las semillas tratadas con neonicotinoides se utilizan ampliamente en la agricultura, cubriendo unos 150 millones de acres (61 millones de hectáreas) de tierras de cultivo en Estados Unidos.
Los demandantes subrayan que la planta recibe tan solo un 2 % o 3 % del pesticida a medida que crece, mientras que un 95 % se esparce en el ambiente circundante, contaminando el suelo, el aire, la vegetación y el agua.
«Ambas vías aumentan el riesgo de exposición y de daños graves para los insectos beneficiosos, los polinizadores y las aves, incluidas las especies amenazadas y en peligro de extinción. Los neonicotinoides también han contribuido al declive generalizado de las poblaciones de abejas y a otros efectos ecológicos generalizados, como el daño a la vida acuática», reza la demanda.
Ambas organizaciones ambientales instan al tribunal a que resuelva la laguna legal que permite usar sin control semillas tratadas con neonicotinoides. Argumentan que el hecho de que no se las considere como pesticidas, las deja fuera de un escrutinio más profundo sobre sus efectos sobre el ambiente y la salud.
Asimismo, piden reglas de etiquetado más estrictas en productos con neonicotinoides, incluyendo advertencias sobre su manejo e instrucciones sobre la mitigación del impacto.