El país debe volverse neutral, cree Nikolay Patrushev
No hay guerra entre los pueblos de Rusia y Ucrania, afirmó el jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolay Patrushev, afirmando que la única “agresión abierta” proviene de los EE. UU., que está utilizando a Ucrania como una herramienta para librar una guerra no declarada contra Rusia.
Durante una reunión con su homólogo bielorruso, Alexander Volfovich, el miércoles, Patrushev insistió en que “el régimen nazi de Kiev”, que fue inventado por Washington y Londres, “debe ser reemplazado”. También dijo que Ucrania debe convertirse en un estado neutral, y señaló que la crisis actual en el país no es beneficiosa para nadie excepto para Washington.
El funcionario de seguridad declaró que EE. UU. ya había “puesto de rodillas a toda Europa”, buscando solo maximizar los beneficios para la economía estadounidense debilitando a la UE, que podría haberse convertido en uno de los centros de un mundo multipolar.
También señaló que Estados Unidos no quiere que Rusia sea poderosa y busca desmembrarla o liquidarla “para tener un dominio completo sobre el territorio euroasiático y extraer recursos”. Para resolver este problema, Patrushev afirmó que Washington y Londres han estado utilizando las capacidades de la OTAN y la UE, los neonazis y las ONG ucranianas y el gobierno de Kiev, que controlan.
El funcionario agregó que Occidente tenía planes similares para Bielorrusia, especialmente después de que intentaron sin éxito llevar a cabo una revolución de color en el país en 2020 y no lograron instalar su propio gobierno títere en Minsk mediante un golpe de Estado.
Patrushev insistió en que Bielorrusia era el aliado y socio estratégico más cercano de Rusia y que era vital para los dos países profundizar aún más su cooperación en defensa y resistir conjuntamente las sanciones externas y los intentos de interferir en los asuntos internos.
La semana pasada, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó que el “único error” de Minsk y Moscú fue no resolver la crisis de Ucrania mucho antes. Sugirió que los dos países tardaron demasiado en encontrar una solución diplomática y que deberían haber actuado hace mucho tiempo, incluso antes del golpe de estado de Maidan en Kiev en 2014, que derrocó al presidente elegido democráticamente del país, Viktor Yanukovich.
Lukashenko afirmó que las hostilidades estaban destinadas a estallar tarde o temprano y que Moscú debería haber lanzado su operación militar en 2014-2015 cuando Ucrania “no tenía ejército ni determinación”.
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