Vea el arsenal de drones de Rusia que incluye una gama de sofisticados vehículos aéreos no tripulados

El arsenal de drones de Rusia incluye una gama de sofisticados vehículos aéreos no tripulados (UAV)

Entre ellos se encuentra el dron Orion, que ha estado en producción desde 2019 y cuenta con una velocidad máxima de 200 km/h y una altitud máxima de 8 km. El tiempo de vuelo del Orion puede extenderse hasta 24 horas.

Otro dron, el Sirius, está programado para comenzar la producción en 2023 y tiene una velocidad máxima de 180 km/h, una altitud máxima de 7 km y un tiempo de vuelo de hasta 20 horas.

Además, el dron Altius de Rusia es un UAV avanzado que puede alcanzar una altitud máxima de 12 km, tiene una velocidad máxima de 250 km/h y puede permanecer en el aire hasta 48 horas. El dron ha estado en producción en masa desde 2021.

Rusia ha aumentado drásticamente el uso de drones de reconocimiento de largo alcance para que sirvan como buscadores de objetivos para los ataques con misiles en el interior de Ucrania, y el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña atribuye su uso al éxito del ataque con misiles rusos en las profundidades del país el mes pasado .
Junto con estos drones fisgones, la industria militar de Rusia también ha desarrollado y desplegado una línea de drones de ataque pesado de largo alcance, incluidos el Orion , el Sirius y el Altius (también conocido como Altair ). Estos vehículos aéreos no tripulados, que recuerdan más a los aviones tripulados que sus primos drones de reconocimiento y kamikaze, más pequeños y lentos, tienen alcances de miles de kilómetros, velocidades de crucero de hasta 250 km por hora, techos de servicio de hasta 12.000 metros y un tiempo de resistencia de hasta 48 horas.
Sus cargas útiles de armas varían entre 200 y 2000 kg, y pueden incluir misiles de precisión y bombas aéreas. En cuanto a la orientación, puede incluir navegación por satélite, navegación inercial y, en el caso de Sirius y Altius, interfaz e integración entre la aviación tripulada y la inteligencia artificial. Si bien el gran tamaño de estos drones los hace más vulnerables a las defensas aéreas tradicionales, su capacidad para atacar objetivos distantes con gran potencia de fuego, todo sin arriesgar la vida de los pilotos, hace que valga la pena.

 

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