«Hay una diferencia entre vida y estilo de vida, y la homosexualidad es un estilo de vida», ha querido justificar Basalirwa en declaraciones durante un evento con estudiantes, según recoge el diario ugandés ‘Monitor’.
En este encuentro, también ha pedido a los estudiantes que «se resistan» a participar en «actos homosexuales», y les ha animado a acercarse a la Embajada estadounidense «a decirles que por favor nos respeten».
Para el legislador, Occidente debería «simplemente respetar» su legislación, ya que «hay cosas que aquí se pueden hacer y allí no».
También ha arremetido contra la respuesta de estos países ante la pandemia por coronavirus: «Hemos tenido Covid-19 en este país durante tres años y no hemos muerto. De hecho, esos europeos y estadounidenses han muerto en mayor número que nosotros».
Uganda ya criminalizaba los actos homosexuales, pero la nueva ley endurece aún más los castigos, con una posible pena capital si las relaciones involucran a menores de edad o implican la transmisión de una enfermedad. Una vez promulgada la reforma este pasado viernes, la única vía de frenar su aplicación es mediante los tribunales.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han criticado el texto, al igual que gobiernos como el de Estados Unidos, importante socio comercial del país africano. Washington ha amenazado con imponer sanciones ante una ley que, según el secretario de Estado, Antony Blinken, genera «preocupación».