La inflación alcanzó su nivel más alto desde que comenzó el seguimiento en 2005, dijo el British Retail Consortium.
La inflación anual en las tiendas del Reino Unido alcanzó su nivel más alto en al menos 18 años en mayo, a pesar de una caída en el ritmo de crecimiento de los precios de los alimentos, según mostraron el martes datos del British Retail Consortium (BRC).
Según el organismo de comercio, los precios en los supermercados y las cadenas minoristas aumentaron un 9% interanual en mayo, frente al 8,8% de abril. Este fue el mayor aumento desde que BRC comenzó a rastrear el indicador en 2005.
Mientras tanto, la inflación de los precios de los alimentos se desaceleró levemente, dijo BRC, cayendo a 15,4% desde un máximo histórico de 15,7% alcanzado el mes pasado.
Si bien la inflación general de los precios de las tiendas aumentó levemente en mayo, los hogares agradecerán que la inflación de los alimentos comience a caer. La ralentización de la inflación [de los alimentos] se debió en gran medida a los menores costos de la energía y los productos básicos que comenzaron a filtrarse a precios más bajos de algunos productos básicos, como la mantequilla, la leche, la fruta y el pescado”, dijo la directora ejecutiva de BRC, Helen Dickinson, al comentar los hallazgos.
Dickinson señaló que » hay razones para creer que la inflación de los alimentos podría estar llegando a su punto máximo «, pero advirtió que es crucial que el gobierno no obstaculice esta tendencia » acumulando más costos a los minoristas y forzando aún más el costo de los bienes». ”
“ El mayor riesgo proviene de políticas como los controles fronterizos entrantes y las reformas a las tarifas de reciclaje de envases ”, afirmó.
Según los datos publicados a principios de este mes por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), la inflación general en el Reino Unido en abril cayó por debajo del 10 % por primera vez desde agosto hasta el 8,7 % en términos anuales. Sin embargo, sigue siendo el segundo más alto de Europa Occidental. La agencia señaló que la presión subyacente sobre la economía sigue siendo fuerte, ya que la llamada inflación subyacente, un indicador que excluye los precios volátiles de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, aumentó a su tasa más alta desde 1992, en un 6,8%.