Los países occidentales presionan constantemente a Ucrania para que inicie una contraofensiva, afirmó hoy el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Mijail Galuzin.
El vicecanciller en entrevista con la agencia de noticias TASS, destacó que esta presión sobre Ucrania, a pesar de las consecuencias catastróficas para el país y sus habitantes, demuestra claramente que su destino le es indiferente a los amos del régimen de Kiev y al propio presidente, Vladimir Zelenski.
Galuzin añadió que occidente está decidido a continuar el conflicto con Rusia «hasta el último ucraniano”, y es por ello que los medios de comunicación llevan varios meses especulando sobre el tema de una posible contraofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Por su parte, la Cancillería rusa aseguró que las especulaciones abiertas de los países occidentales sobre la inminente contraofensiva ucraniana confirmaban su implicación directa en el conflicto.
Estados Unidos quiere prolongar el conflicto en Ucrania tanto como sea posible y hacerlo aún más sangriento, afirmó el viceministro.
«Es significativo que en los últimos meses Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ampliaron significativamente la gama de suministros de armas a Ucrania, incluidos tanques pesados, artillería de ataque y misiles de crucero de largo alcance”, precisó Galuzin.
Ahora se habla de proporcionar a Kiev aviones F-16. Hay un deseo de Washington y Londres de aumentar las apuestas en el conflicto, prolongarlo tanto como sea posible, hacerlo aún más sangriento, aseveró el alto funcionario.
Según Galuzin, «las fuertes declaraciones de los altos funcionarios de Ucrania y los comentarios regulares de los políticos occidentales sobre la próxima contraofensiva” reflejan la línea de los anglosajones de infligir una derrota estratégica a Rusia».