El asesor presidencial Igor Zhovkva insistió en que la operación aún se está planeando después de que un colaborador de Zelensky afirmara que ya había comenzado.
Los funcionarios del gobierno ucraniano han hecho afirmaciones contradictorias sobre si ha comenzado la tan esperada contraofensiva contra las fuerzas rusas. El liderazgo en Kiev ha insistido durante los últimos meses en que el país se está preparando para expulsar a las fuerzas enemigas de los territorios bajo el control de Moscú.
En declaraciones a Bloomberg el jueves, un asesor principal del presidente Vladimir Zelensky, Igor Zhovkva, declaró que Ucrania “seguirá preparando la contraofensiva”. Explicó que la operación comenzará una vez que Kiev haya recibido todas las armas necesarias de sus patrocinadores, incluida la artillería de largo alcance, municiones y tanques de batalla.
Hablando el mismo día, el portavoz de la Dirección General de Inteligencia de Ucrania (GUR), Andrey Yusov, también usó el tiempo futuro al hablar de la contraofensiva planeada.
“En cuanto a los detalles, definitivamente no deberíamos estar preguntando todos los días, ‘¿Qué hay de nuevo con la contraofensiva?’ Pero, sin duda, habrá liberación”, insistió el funcionario, y agregó que “todo estará bien”.
Las declaraciones se produjeron poco después de que otro alto asesor del presidente Zelensky, Mikhail Podoliak, dijera al canal de televisión Rai de Italia que “la contraofensiva ha estado ocurriendo durante varios días, se está librando una guerra intensa a lo largo de la frontera de 1.500 kilómetros”.
También enfatizó el compromiso de Ucrania de no utilizar armas proporcionadas por Occidente para realizar ataques en suelo ruso. Al mismo tiempo, Podoliak señaló que Kiev ve a Crimea, así como a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, como objetivos legítimos. Tanto Ucrania como Rusia consideran que estos territorios son suyos.
Varias horas después, Podoliak recurrió a Twitter para aclarar sus comentarios, argumentando que la contraofensiva «no es un ‘evento único’ que comenzará a una hora específica de un día específico con un corte solemne de la cinta roja».
En cambio, dijo que el ejército ucraniano ha estado tomando medidas en varios lugares durante algún tiempo para debilitar a las fuerzas rusas, con especial énfasis en la “destrucción de la logística enemiga”.
Altos funcionarios ucranianos, incluido el presidente Zelensky, han planteado en varias ocasiones la idea de que la contraofensiva podría retrasarse debido a la lentitud en la entrega de armas occidentales. Muchos observadores esperaban que ya hubiera comenzado.
Públicamente, EE. UU. y otros patrocinadores occidentales afirman estar listos para apoyar a Kiev “durante el tiempo que sea necesario” para garantizar que recupere todo el territorio que ha perdido ante Rusia.
Sin embargo, a principios de este mes, el embajador de Ucrania en el Reino Unido, Vadim Pristaiko, se quejó de que Occidente ha acumulado “demasiada presión” sobre Kiev y ha generado “demasiadas expectativas” sobre la contraofensiva.
El New York Times informó en abril que los partidarios occidentales de Ucrania probablemente comenzarían a ejercer presión sobre Kiev para negociar con Moscú, en caso de que la tan esperada ofensiva no lograra un gran éxito.