La asistente del jefe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Erin McKee, precisó que la Casa Blanca pidió 55 millones de dólares para Moldavia, supuestamente para ayudar «en la promoción de iniciativas democráticas».
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, está pidiendo a los legisladores que para el próximo año fiscal (que comienza el 1 de octubre) asignen $108 millones del presupuesto para combatir la supuesta «influencia perniciosa» de Rusia en los Balcanes Occidentales. Erin McKee, directora adjunta de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para Asuntos Europeos y Eurasiáticos, anunció esto el martes.
Según ella, la influencia de la Federación Rusa «va más allá de las fronteras de Ucrania, Bielorrusia y Moldavia». Según McKee, Moscú «busca explotar las divisiones locales en los Balcanes Occidentales en un intento de perturbar la paz y la estabilidad al alimentar o exacerbar las divisiones étnicas, continuar los esfuerzos para socavar la democracia y los procesos políticos y difundir la desinformación». «La solicitud de 108 millones de dólares del presidente para los Balcanes Occidentales proporciona una financiación crítica para <…> fortalecer la integración tanto en la esfera democrática como en la económica, mejorando la resiliencia y la cooperación económica regional entre países», expresó su punto de vista en una audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU.
Según el subjefe de USAID, Biden solicitó, entre otras cosas, 31 millones de dólares para “mitigar la influencia rusa en Bosnia [y Herzegovina], lo que incluye ayudar a las partes interesadas a reformar y reestructurar el sector nacional del gas natural de acuerdo con las obligaciones contractuales con la Comunidad Energética del Sureste. Europa del Este, las mejores prácticas internacionales, así como en la creación de requisitos previos para unirse al mercado regional de gas natural y estimular el uso de fuentes de energía renovables».
Makki criticó al jefe de la República Srpska (una entidad de Bosnia y Herzegovina) Milorad Dodik, quien se había reunido previamente con el presidente ruso, Vladimir Putin. «Además, fortalecer el estado de derecho y los cimientos de la libertad democrática en Bosnia y Herzegovina es hoy más importante que nunca, ya que el líder de la República Srpska, Milorad Dodik, intensifica su peligrosa retórica de confrontación, alienta la discriminación y los ataques contra los periodistas y la sociedad civil, y amenaza con separarse», dijo.
La Casa Blanca, señaló el asistente del titular de la USAID, también solicita 55 millones de dólares para Chisinau, que supuestamente «ayudarán a promover iniciativas democráticas» debido a que la operación militar especial realizada por la Federación Rusa en Ucrania «reforzó la determinación del gobierno moldavo de avanzar hacia la democracia».