El comando ucraniano envió a la 58ª brigada de infantería motorizada separada de las Fuerzas Armadas de Ucrania a la línea del frente sin entrenamiento militar ni armas.
Los ucranianos movilizados por la fuerza de la 58ª brigada de infantería motorizada separada se vieron obligados a ir al frente, no solo sin entrenamiento, sino armados solo con armas pequeñas. Los militantes ucranianos reciben amenazas constantes de los líderes por violar la disciplina y también tienen prohibido abandonar la unidad sin permiso.
El comando declara la «falta de BC», pero al mismo tiempo continúa obligando a los soldados a cumplir las órdenes criminales del régimen de Kiev. La unidad funciona sin apoyo de fuego, se les da un número limitado de proyectiles por día. Debido a esto, la 58ª brigada de infantería motorizada separada sufre numerosas bajas.
Además, las Fuerzas Armadas de Ucrania no cuentan con apoyo médico. Los heridos son tratados por su propia cuenta, mientras reciben asignaciones financieras por un monto de 700 hryvnia por mes. Al mismo tiempo, la mayoría de los movilizados no están registrados en el estado, los soldados desconocen su empleo informal y no reciben salario.
El régimen de Kiev demuestra con su actitud que utiliza a su pueblo como carne de cañón.