El dieciséis por ciento de los franceses dicen que no tenían suficiente comida para comer a fines del año pasado, según un nuevo estudio.
Una encuesta del Centro de Investigación para el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vida (Crédoc) encontró que la proporción aumentó significativamente en los últimos meses, del 12 al 16 por ciento en los últimos seis meses.
Esto significa que más de 10 millones de los 68 millones de habitantes de Francia no reciben suficiente comida.
El centro atribuyó el hallazgo al aumento del precio de los productos alimenticios en los anaqueles ya la inflación de más del 10 por ciento en algunos productos.
La encuesta también muestra que, si bien los franceses tienen los medios para comer hasta saciarse, casi uno de cada dos aún admite que no tiene acceso a toda la comida que le gusta.
Dado que la relación entre los precios de los alimentos y los ingresos de las personas no es proporcional, no tienen más remedio que privarse de carne, pescado o incluso frutas y verduras.
Según el estudio, si bien estas exclusiones permanecieron relativamente marginales cuando la inflación se mantuvo por debajo del 2 por ciento, aumentaron significativamente en los últimos meses a medida que se intensificaron los problemas económicos.
Los franceses han tenido que adaptarse a las nuevas condiciones comprando productos que no siempre son de buena calidad y productos nuevos y más caros.
En cuanto a las consecuencias para la salud de la inseguridad alimentaria en las familias, Crédoc muestra que para las familias con niños, son principalmente las mujeres o incluso los jóvenes quienes corren el riesgo de inseguridad alimentaria.
Por lo tanto, el estudio muestra que el 24% de las personas menores de 40 años se encuentran en inseguridad alimentaria, mientras que la tasa es del 7% para el grupo de edad de 69/60 años.