El jefe del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, ha mostrado este jueves de nuevo sus diferencias con los altos mandos militares rusos, a los que ha acusado de entregar terreno en Artemovsk a las fuerzas ucranianas al ordenar el repliegue de las tropas, el mismo día en el que Kiev ha informado de importantes avances.
Prigozhin ha alertado de que algunas posiciones en las que están situados sus mercenarios han quedado expuestos tras la retirada de las tropas regulares rusas, que, entre otros lados, se habrían replegado a unos 570 metros al norte de Bajmut.
En ese sentido, ha reclamado al ministro de Defensa, Serguei Shoigu, y al jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov, —con quienes mantiene una enconada rivalidad— que detengan el repliegue, en una nueva muestra de las aparentemente irreconciliables relaciones entre el Ejército y la compañía de mercenarios.
En los últimos meses, a medida que la situación se pone más complicada en el frente de Bajmut, el jefe de Wagner ha venido denunciando el supuesto abandono al que habrían sido relegados por el alto mando militar, llegando incluso a amenazar con dejar de presentar batalla si no aumentaban los envíos de suministros.