El presidente de México arremete contra EE.UU. y denuncia su política migratoria en América Latina, en especial, hacia cubanos y venezolanos.
En su habitual rueda de prensa desde el palacio de Gobierno en Ciudad de México, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dejó claro el jueves que con la actual política de las autoridades de EE.UU. respecto a los migrantes, sobre todo, los cubanos y venezolanos es “imposible” salir de la crisis migratoria.
“Estados Unidos tiene que cambiar la política exterior, no puede seguir la misma de hace 200 años, con carga ideológica y con medidas de represalias, castigos o bloqueos”, subrayó al respecto.
Tras cuestionar el doble rasero de los estadounidenses sobre los países latinoamericanos, AMLO puso como ejemplo que cuando se presenta una crisis del petróleo a nivel global, EE.UU. usualmente se tiene en cuenta para el diálogo al Gobierno de Venezuela, pero no se actúa del mismo modo para atender las causas de la crisis económica en esa nación.
La razón principal de esta crisis económica es el régimen ilegal de las sanciones de Washington contra Caracas que han afectado severamente a la industria petrolera, la principal fuente de ingresos para el país suramericano, lo que se obliga a los venezolanos salir de su país.
Suspensión del polémico Título 42
Respecto a la suspensión del Título 42 y presiones en la frontera con México, López Obrador advirtió sobre mentiras difundidas por contrabandistas de que entrar a EE.UU. es gratis.
En este sentido, instó divulgar las nuevas medidas para el ingreso legal mediante la obtención de visas que debe solicitarse desde el país de origen, y no desde México.
Estados Unidos eliminó la disposición llamada Título 42 a partir de este 11 de mayo, con la que los migrantes ilegales que entren por las fronteras con México o Canadá sean deportados de inmediato por razones sanitarias.
Esto mientras, decenas de miles de migrantes esperan en México para cruzar la frontera con Estados Unidos. Medios locales informaron, citando datos del Gobierno estadounidense, de que se esperan entre 11 000 y 13 000 migrantes a puertas del país norteamericano.