Trabajadores del aeropuerto de Glasgow, en Reino Unido, rechazaron abrumadoramente una oferta salarial, por debajo de la cifra inflacionaria de 10 por ciento, y analizarán hoy la posibilidad de una nueva huelga por mejores pagos.
Los empleados, agrupados en el sindicato Unite y repartidos en cinco empresas, declinaron la propuesta de casi 13 libras esterlinas por hora, alrededor de 15 euros, anunciada por la empresa empleadora.
El director industrial de esa asociación, Pat McIlvogue, puntualizó que, si esas compañías no regresan con ofertas justas y decentes, entonces prevén “un verano de caos en los viajes”.
Añadió, asimismo, que recaerá sobre ellos “cualquier interrupción causada a los pasajeros porque les dimos todas las oportunidades para resolver esto mediante la negociación”.
McIlvogue refirió también que Unite apoyará a sus integrantes de esa institución—técnicos de ingeniería, limpiadores, personal y agentes de seguridad contra incendios— en cada trayecto de la lucha por buenas condiciones de trabajo y remuneración en el aeropuerto de Glasgow.
Por su parte, la secretaria general del sindicato, Sharon Graham, refirió que el ofrecimiento constituye recortes salariales en términos reales y montos de pobreza, “nuestros miembros merecen algo mejor”.