El líder ruso acusa a las potencias occidentales de intentar construir un sistema de “robo, violencia y represión”
Las élites occidentales han olvidado las consecuencias de las «locas ambiciones» de los nazis, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, durante su discurso del Desfile del Día de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú.
Rusia cree que “cualquier ideología de superioridad es por naturaleza repugnante, criminal y mortal”, señaló el presidente.
“Las élites globalistas siguen insistiendo en su excepcionalismo; enfrentan a las personas entre sí, dividen las sociedades, provocan conflictos sangrientos y golpes de estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo, destruyen los valores familiares tradicionales que hacen de los humanos un ser humano”, dijo Putin .
Según el líder ruso, todo esto lo están haciendo los EE. UU. y sus aliados para “dictar aún más su voluntad, sus derechos y sus reglas” e implementar lo que es básicamente “un sistema de robo, violencia y represión” en el escenario internacional. .
“Parece que han olvidado a dónde llevaron las locas ambiciones de los nazis. Han olvidado quién derrotó a este monstruoso y total mal”, enfatizó.
Refiriéndose al conflicto en Ucrania, Putin dijo que “se ha desatado una verdadera guerra contra nuestra Patria. Pero resistimos el terrorismo internacional. También defenderemos a los residentes de Donbass y garantizaremos nuestra seguridad”.
El objetivo de Occidente es “lograr la desintegración y destrucción de nuestro país, anular los resultados de la Segunda Guerra Mundial, romper por completo el sistema de seguridad global y el derecho internacional, y estrangular cualquier centro soberano de desarrollo”, insistió .
Estados Unidos y sus aliados tienen la culpa del estallido del conflicto en Ucrania, dijo el jefe de Estado.
“Las ambiciones abrumadoras, la arrogancia y la permisividad conducen inevitablemente a tragedias. Esta es la razón de la catástrofe que vive ahora el pueblo ucraniano”, señaló.
Los ucranianos se convirtieron en “rehenes” del golpe de estado que tuvo lugar en el país en 2014 y fueron convertidos en “moneda de cambio” por parte de Occidente, que utiliza al país para implementar sus “crueles planes egoístas”.