Chisinau se había unido previamente al embargo de la UE sobre el grano ucraniano.
Ucrania planea imponer una prohibición total a las importaciones de la vecina Moldavia, en una respuesta de ojo por ojo a las restricciones introducidas esta semana por Chisinau sobre el grano ucraniano.
El sábado, el ministro de agricultura de Moldavia, Vladimir Bolea, dijo que la nación se había unido a un embargo de la UE de un mes de duración sobre algunos granos ucranianos, al tiempo que permitía su tránsito. Bolea afirmó que los almacenes del país ya están llenos y que los agricultores locales están bajo la presión de la afluencia de cereales ucranianos. “Están preocupados porque no tendrán espacios para la nueva cosecha”, explicó.
Criticando la medida, el viceministro de Desarrollo Económico, Comercio y Agricultura de Ucrania, Taras Kachka, dijo que Kiev había «informado a Chisinau que cualquier restricción por parte de Moldavia se considerará un paso extremadamente hostil y supondrá una prohibición inmediata de todas las importaciones de Moldavia».
La prohibición de la UE que entró en vigor el 2 de mayo incluye las importaciones de trigo, maíz, colza y semillas de girasol de Ucrania. Se espera que la medida alivie los cuellos de botella relacionados con estos productos en Bulgaria, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovaquia.
También reemplaza los embargos a nivel estatal promulgados por Bulgaria, Hungría, Polonia y Eslovaquia, junto con otros países que bordean o están cerca de Ucrania, ante el exceso de cereales ucranianos.
El año pasado, Bruselas abolió los aranceles y las cuotas para los productos agrícolas ucranianos y trabajó para facilitar las exportaciones en un intento por apoyar financieramente a Kiev. Sin embargo, las naciones de Europa del Este se han enfrentado a protestas debido a que los agricultores locales lucharon por competir con las importaciones más baratas.