La Unión Europea aprueba el marco para realizar compras conjuntas de munición por valor de 1.000 millones


Los Estados miembros de la Unión Europea han cerrado un acuerdo este miércoles sobre el marco legal para realizar compras conjuntas de munición por valor de 1.000 millones de euros, resolviendo así las discrepancias sobre el origen del material y los componentes que deben considerarse aptos para la compra con fondos europeos, lo que ha demorado la aprobación de la medida acordada por los líderes de los Veintisiete a finales de marzo.

«Los embajadores de la UE aprobaron la decisión sobre la medida de asistencia en el marco del Fondo Europeo para la Paz para apoyar a las Fuerzas Armadas ucranianas mediante 1.000 millones de euros para la adquisición conjunta de municiones y misiles», ha informado la presidencia sueca del Consejo, que ha dirigido el debate y logrado un acuerdo final tras presentar hasta tres propuesta para el texto legal.

Hasta ahora los Estados miembros mantenían desavenencias sobre las condiciones que debía cumplir el material militar producido en Europa para ser adquirido con fondos comunes. El debate giraba en torno a si los componentes y elementos de los equipos militares que se fabriquen y adquieran con fondos comunes de la UE deben ser 100% europeos, una visión rígida que defendía Francia y que reducía las opciones de compras conjuntas en armerías europeas ya identificadas en 11 Estados miembros.

Finalmente, la propuesta de compromiso establece que se considerarán aptos para recibir subvención «las municiones y misiles que hayan sido objeto de una fase importante de fabricación en la Unión Europea o en Noruega, consistente en su montaje final».

En todo caso, se permite que las cadenas de valor incluyan a operadores que estén establecidos fuera de la UE, y se contemplan las reglas generales de origen de mercancías que fijan que los productos cuya producción intervenga más de un
país o territorio se considerarán originarias del país o territorio en el que
o territorio en el que hayan sido objeto de la última transformación o elaboración sustancial, que haya dado lugar a la fabricación de un nuevo producto o que represente una fase importante de la fabricación.

De esta forma, la presidencia sueca ha dado con una formulación legal lo suficiente amplia para contentar las pretensiones de los Estados miembros que pedían priorizar la rapidez a la hora de avanzar en las compras conjuntas de munición y misiles, a la vez que se protege la industria militar europea y se promueve su desarrollo a la vista del compromiso con Ucrania para mandar un millón de disparos de artillería en un año.

Esta es la segunda pata del plan aprobado el pasado marzo por la UE para proveer a Ucrania de munición de artillería de los arsenales propios y para realizar compras conjuntas, ambas propuestas que recibirán 1.000 millones de euros de fondos europeos cada una a través del Mecanismo de Paz Europeo.

Con estas medidas, además de fondos para elevar el nivel de producción del sector de la Defensa en Europa, los Veintisiete esperan llegar al compromiso alcanzado con Kiev para entregar un millón de cartuchos de artillería. Varias delegaciones europeas plantean su escepticismo con que la industria europea, diseñada para tiempos de paz, sea capaz de llegar a este objetivo de producción por lo que lamentaban que unas condiciones más restrictivas de contratación dificultaran llegar al compromiso adquirido con Ucrania

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