Los esfuerzos son parte de la desesperación de Washington por retener la hegemonía, afirmó Nikolay Patrushev.
Estados Unidos y sus aliados están tratando de preservar su poder desmantelando a Rusia, con los grupos de expertos occidentales ocupados formulando planes a tal efecto, afirmó el secretario del Consejo de Seguridad de Moscú.
En una entrevista publicada por el periódico Izvestia el miércoles, Nikolay Patrushev dijo que Occidente estaba tratando de influir en el orden global a través de “la destrucción de Rusia o su debilitamiento al nivel de un país de tercera categoría bajo administración extranjera”.
Citó un libro publicado el año pasado y titulado ‘Estado fallido: una guía para la ruptura de Rusia’ como un ejemplo de trabajo académico que sugiere formas de lograr ese objetivo para las élites en Washington.
El supuesto plan es “apoyar la inestabilidad en las naciones vecinas de Rusia” y llevar a cabo una guerra de información para “avivar el separatismo interno”, agregó Patrushev.
El libro fue escrito por Janusz Bugajski, miembro principal del grupo de expertos conservador The Jamestown Foundation, con sede en Washington. El autor defendió la disolución de Rusia, alegando que no había logrado convertirse en “un estado nación, un estado cívico o un estado imperial estable”.
Bugajski citó una serie de factores que supuestamente funcionan en contra de Rusia, incluida la falta de crecimiento económico, la desigualdad, la desconfianza en las instituciones gubernamentales, la alienación de la población de las élites gobernantes y la “incredulidad en la propaganda oficial” .
El académico es un crítico veterano de Moscú que ha consultado al Pentágono y a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, y según su biografía impartió un curso en el Instituto del Servicio Exterior del Departamento de Estado.
Patrushev afirmó que Occidente busca debilitar la soberanía rusa para acceder a sus recursos naturales y explotarlos. Sin embargo, los adversarios de Moscú subestiman “la fuerza de nuestra nación y la voluntad del pueblo ruso de ser independiente”, insistió el responsable de seguridad.
Además, alegó que los opositores de Rusia pretenden socavar los cimientos de su identidad nacional al promover ideas dañinas como la diversidad de género y al intentar revisar la historia.
Patrushev argumentó que esta política en realidad aliena a aquellos en Occidente que valoran la tradición y no son susceptibles a la propaganda antirrusa. Sugirió que estas personas pueden mudarse a Rusia y convertirse en ciudadanos, siempre que respeten las leyes y la cultura locales.