Peces impresos en 3D están listos para salir a la venta y se los coma


Si un viaje al lago con su caña de pescar no es una opción, una empresa israelí ha creado un método de bioimpresión en 3D de su propio pescado ‘fresco’, que, según dice, estará listo para cocinar de inmediato.

Stakeholder Foods ha desarrollado un filete de pescado de mero impreso en 3D a partir de células madre, que luego se procesan mediante tecnología de bioimpresión en forma de pez. El producto, que fue creado en conjunto con Umami Meats, imita el sabor y la textura del pescado natural, y podría estar en los estantes de los supermercados a finales de este año.

“En los próximos meses, tenemos la intención de anunciar nuestros planes para llevar este pescado cultivado de clase mundial al mercado”, dijo Mihir Pershad, CEO de Umami Meats en un evento de degustación en Israel la semana pasada, a través de The Telegraph. “En la primera degustación, mostramos un producto cultivado que se desmenuza, sabe y se derrite en la boca exactamente como debería hacerlo un excelente pescado”, explicó.

El desarrollo de la tecnología podría tener innumerables beneficios, particularmente en lo que respecta a la escasez de alimentos, pero también al problema global de la sobrepesca. Los expertos marinos han estimado que alrededor de un tercio de las poblaciones mundiales de peces están siendo sobreexplotadas actualmente. El pez mero, en particular, se considera en peligro de extinción.

Además, el pescado modificado biológicamente está libre de contaminantes como los microplásticos, que podrían afectar las poblaciones de mariscos cosechados tradicionalmente.

Los filetes de mero se crean combinando células madre de pescado con varios nutrientes, que posteriormente se procesan en tintas biológicas y luego en una impresora. El proceso de impresión lleva solo unos minutos y el producto se puede cocinar y comer inmediatamente.

Las partes interesadas también están trabajando para crear cortes completos de carne impresa en 3D, incluidos bistecs y otros mariscos como la anguila. En 2020, el gigante de la comida rápida KFC se asoció con una empresa rusa de bioimpresión para producir nuggets de pollo artificiales.

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