Alrededor de 300 movilizaciones se esperan hoy en Francia en el Día Internacional de los Trabajadores contra la reforma de la jubilación, la decimotercera jornada nacional de protestas convocada por los sindicatos para rechazar la promulgada norma.
Las primeras marchas tendrán lugar en la mañana en las norteñas ciudades de Rennes y Nantes, con la mayoría previstas a partir de las 14:00, hora local, entre ellas, la organizada en esta capital, con punto de partida en la plaza de la República.
Mientras el presidente Emmanuel Macron y la primera ministra Élisabeth Borne instan a los actores sociales a asumir la reforma y su extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años, los gremios y los partidos de oposición descartan hacerlo.
La línea roja sigue siendo la misa, la retirada de la reforma, afirmó la víspera en la televisión pública la secretaria general de la Confederación General del Trabajo, Sophie Binet.
De acuerdo con la dirigente, con las movilizaciones de hoy los sindicatos harán escuchar el mensaje de rechazo a la iniciativa, que el Gobierno anunció pondrá en vigor el 1 de septiembre.
Vengan en masa, la manifestación del 1 de mayo es también una fiesta popular, subrayó Binet, quien pidió a las autoridades no provocar a los manifestantes pacíficos.
El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, llamó igualmente a salir a las calles, con el objetivo de que sea una de las más grandes marchas del 1 de mayo en las últimas tres o cuatro décadas.