Ray Dalio: «EE.UU. y China están al borde de la guerra y no pueden hablar para encontrar salidas»

El inversor cree que la política agresiva de Washington se intensificará en los próximos 18 meses, conforme avance la campaña electoral de las elecciones presidenciales, con Taiwán de por medio.

EE.UU. y China «están el borde de la guerra y no pueden hablar» sobre los diversos problemas, y cada vez que lo hacen terminan en «acusaciones mutuas que empeoran aún más las relaciones», advirtió esta semana el multimillonario estadounidense Ray Dalio en la red social LinkedIn.

Dalio, fundador del mayor fondo de cobertura del mundo Bridgewater Associates y quien lleva varias décadas invirtiendo en el país asiático, asegura que mantiene una «posición privilegiada e incómoda al estar profundamente ligado a las dos potencias». «Estoy en el medio tratando de ayudar a ambos mientras intento no lastimar a ninguno de los dos en el proceso de ayudar al otro», aclaró.

El inversor considera que la guerra entre los dos países es «inevitable», porque cada parte «está muy cerca de cruzar las líneas rojas del otro» y las provocaciones no cesan. Además, opina que la política agresiva de Washington contra Pekín se intensificará en los próximos 18 meses, conforme avance la campaña de las elecciones presidenciales estadounidenses, en las que Taiwán será uno de los elementos principales.

Según Dalio, en la actualidad en EE.UU. no hay una unidad política respecto a China y el presidente Joe Biden «no tiene el control» de las decisiones que toman cada uno de los grupos políticos estadounidenses. El próximo año y medio «será un período muy arriesgado porque China y EE.UU. ya están al borde de la guerra», reiteró, señalando que un conflicto entre las dos potencias tendrá graves consecuencias para el mundo.

«Ojo por ojo»

El inversor también se refirió a las nuevas alianzas que se están formando, en parte, debido a las políticas de sanciones del Gobierno estadounidense. Recordó que Washington está prohibiendo la venta de tecnologías a China y Rusia, y que está instando a otros países hacer lo mismo. Se están aplicando medidas para proteger sus fuentes de tecnologías y recursos naturales esenciales, y al mismo tiempo cortar esas fuentes al oponente, explicó. «Prácticamente todos los países están atrapados en medio de esto, y las decisiones que tomen determinarán las alianzas».

Sin embargo, el fundador de Bridgewater Associates cree que «las mayores provocaciones» provendrán de Washington, lo que probablemente generaría una respuesta china de ‘ojo por ojo’. «EE.UU. y China son como dos gigantes que luchan entre sí a seis pulgadas del borde de un acantilado y amenazan con arrastrar a otros a esta peligrosa lucha», valoró.

Asimismo, afirma que existe una «creciente creencia entre los líderes de varios países» con los que él ha hablado, de que EE.UU. «está en declive, plagado de problemas internos». «Creen que Washington ya no está guiando adecuadamente el orden mundial y, como resultado de este vacío, el mundo se dirige hacia un período de gran desorden. Existe una fuerte creencia de que el mundo necesita desesperadamente un liderazgo, sistemas e instituciones multilaterales más fuertes, y que es muy probable que Pekín desempeñe un papel de liderazgo para ayudar a proporcionarlos, pero es probable que el desorden preceda a un nuevo orden mundial más pacífico», escribió.

El enfoque exterior chino y estadounidense

Según el inversor, los políticos le mencionaron que China ofrece una «alternativa al enfoque estadounidense«, permitiéndoles que sean ellos mismos quienes manejen las riendas de sus países con Pekín comerciando e invirtiendo activamente en esas naciones. Por su parte, EE.UU. «impulsa con más fuerza sus valores y enfoques» al punto de intentar «controlar» a sus socios y hacer que hagan lo que se les ordena, lamentó.

«Si bien Estados Unidos alguna vez fue un lugar muy atractivo para vivir y educar a los hijos, ya no es ese lugar ni lo que los gobiernos extranjeros quieren para sus propios países (por ejemplo, con las drogas, violencia armadapeleas por problemas sociales, ruptura de la infraestructura, disfunción política, malas finanzas, etc.)», reseñó Dalio. Todos estos factores están conduciendo a un cambio del orden mundial, en el que Washington «parece estar retrocediendo y Pekín avanzando para llenar el vacío».

Finalmente, el multimillonario estadounidense considera que para que su país «gane esta guerra de influencia geopolítica tendrá que ser mucho más fuerte (es decir, poner orden en su propia casa) y ofrecer un camino más generoso y beneficioso a otras naciones».

 

 

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