A principios de esta semana, Washington y Seúl acordaron el despliegue de submarinos estadounidenses con armas nucleares en la región para disuadir a Corea del Norte.
Los planes de Estados Unidos de enviar submarinos a Corea del Sur armados con armas nucleares probablemente agravarán las tensiones en la región, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de China. A principios de esta semana, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció el despliegue con su colega de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol.
En declaraciones a la prensa el jueves, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, argumentó que “ EE. UU., con el fin de realizar sus propios intereses geopolíticos y sin tener en cuenta la seguridad regional, insistió en hacer uso del tema de la península para crear tensión. ”
Luego acusó a Washington de estar atrapado en una mentalidad de Guerra Fría, así como de socavar el sistema de no proliferación nuclear y los esfuerzos para desnuclearizar la península de Corea.
El miércoles, el presidente Biden recibió a su homólogo de Corea del Sur en la Casa Blanca, donde los dos líderes dieron a conocer la ‘Declaración de Washington’.
En declaraciones a los periodistas, el jefe de Estado de EE. UU. proclamó que la “ disuasión ampliada ” contra las “ amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte ” también tendría una dimensión nuclear.
“ Tendremos visitas a… visitas a puertos de submarinos nucleares y cosas por el estilo ”, declaró Biden.
El presidente de los EE. UU. también dijo que para garantizar una “ cooperación aún más estrecha, consultas más estrechas ”, las dos naciones también acordaron establecer un organismo llamado Grupo Consultivo Nuclear.
La paz se puede lograr en la península de Corea, argumentó Biden, “ a través de la superioridad de fuerzas abrumadoras. ”
Pyongyang ha probado más de 100 misiles desde principios de 2022, y solo este mes probó su primer misil balístico intercontinental de combustible sólido y un dron de ataque submarino con capacidad nuclear.
Washington y Seúl perciben el aumento de las actividades militares de la RPDC como una amenaza a la seguridad y, en respuesta, han intensificado sus ejercicios conjuntos en la península.
Corea del Norte, a su vez, afirma que su programa de misiles es de naturaleza defensiva, acusando al Sur y a Estados Unidos de planear un ataque. El país también ha protestado con vehemencia contra las maniobras de defensa conjunta de Washington y Seúl, describiéndolas como provocaciones.