Nuevas cifras publicadas por una importante organización benéfica de alimentos británica revelan que más de un millón de niños en el país europeo recibieron ayuda alimentaria en los últimos 12 meses en medio de una crisis del costo de vida cada vez más profunda.
Según las últimas estadísticas publicadas por la organización benéfica Trussell Trust, que apoya a unos 1200 bancos de alimentos en todo el Reino Unido, alrededor de 1,1 millones de los casi tres millones de paquetes de alimentos distribuidos por la organización el año pasado, que finalizó el 31 de marzo de 2023, habían sido proporcionado a los niños que necesitan asistencia alimentaria.
Los datos destacan aún más un aumento del 38 por ciento en la distribución de ayuda alimentaria entre los niños británicos en comparación con el año anterior, ya que más familias en la principal potencia económica europea se enfrentan a una crisis económica duradera atribuida ampliamente a las consecuencias de la guerra entre Ucrania y Rusia y la crisis del COVID.
Según otro importante grupo benéfico británico, la Food Foundation, uno de cada cinco hogares en todo el Reino Unido informó en marzo que tuvo que saltarse comidas o no comer durante todo un día en el mes de enero.
Otra encuesta realizada por la organización muestra además que casi el 22 por ciento de los hogares británicos también informaron haber tenido que saltarse numerosas comidas el mes pasado.
En agosto pasado, el diario The Guardian , con sede en el Reino Unido , informó que cientos de miles de niños podrían pasar hambre en Gran Bretaña ya que sus familias no califican para los programas de comidas gratuitas administrados por las escuelas.
El informe citó a la organización benéfica Child Poverty Action Group diciendo que hasta 800.000 niños ya habían caído por debajo del umbral que los hace elegibles para recibir las comidas.
El mes pasado, una empresa de investigación británica líder en asuntos del consumidor también advirtió que una de cada siete personas en el Reino Unido se salta las comidas y se sienta en casas frías debido al empeoramiento de la crisis del costo de vida.
Según los hallazgos de un informe de Consumer Insight, un número alarmante de hogares británicos se están quedando sin alimentos y no pueden pagar sus facturas de energía debido a que el aumento de la inflación y los altos costos de la energía ejercen presión sobre los ingresos.
Los hallazgos también sugirieron que casi uno de cada 10 británicos había priorizado las comidas para otros miembros de la familia por encima de ellos mismos.
Además, los bajos ingresos hicieron que 2,3 millones de hogares el mes pasado no hicieran un pago vital, como su hipoteca, alquiler, tarjeta de crédito o pago de facturas.
La economía del Reino Unido está experimentando sus peores condiciones en décadas, con una inflación que se dispara y la crisis del costo de vida pesa aún más en la vida de las personas.
Los precios de los alimentos, junto con los de muchos otros bienes utilizados en la vida diaria, han aumentado principalmente como resultado del aumento de los costos de la energía desde el comienzo de la guerra contra Ucrania el año pasado.
La guerra en Ucrania ha aumentado enormemente los precios del petróleo y el gas, ya que tanto Rusia como Occidente utilizan los suministros de hidrocarburos como moneda de cambio para forzar la mano del otro.
El precio de mercado de los combustibles y la electricidad se ha ajustado en consecuencia, provocando una inflación energética de dos dígitos.
Los crecientes costos y los bajos ingresos han llevado a la mayoría de la fuerza laboral en diferentes industrias a realizar huelgas en todo el país, pidiendo pagos justos.