La Comisión Europea ha desembolsado este martes el tercer tramo de 1.500 millones de euros de la asistencia financiera de 18.000 millones de euros que el bloque ha previsto como apoyo a Ucrania este 2023, con el objetivo de que el país tenga una ayuda «estable y predecible» que le permita cubrir sus necesidades de pagos inmediatos.
De este modo, Ucrania podrá seguir financiando salarios y pensiones y mantener en funcionamiento servicios públicos esenciales como hospitales, escuelas y alojamiento para los reubicados que han perdido sus casas.
El Ejecutivo comunitario espera que el apoyo sirva también para que Kiev tenga medios para reconstruir las infraestructuras críticas destruidas por los ataques de Rusia, por ejemplo centrales energéticas, sistemas de agua, redes de transporte y carreteras y puentes.
Bruselas ha desbloqueado este tercer tramo tras comprobar que Ucrania está cumpliendo «satisfactoriamente» las condiciones políticas acordadas en el marco de asistencia macrofinanciera e informado de manera transparente y eficaz sobre el uso de los fondos recibidos hasta ahora.
Los servicios comunitarios destacan en especial los avances para «fortalecer» el Estado de derecho e introducir mejoras para la estabilidad financiera y crear un mejor clima empresarial.
La Comisión ha informado de que la buena senda en las reformas acordadas permite también comprometer dos pagos más los próximos mayo y junio de 1.500 millones de euros cada uno.
Desde el inicio de la guerra con la invasión rusa de Ucrania en febrero del pasado año, la Unión Europea ha destinado ya 68.000 millones de euros, lo que incluye fondos para el apoyo militar, recursos de emergencia y ayuda humanitaria y financiera