El ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, calificó de fructífera su visita a Cuba tras la realización de encuentros y negociaciones con altos funcionarios de la nación caribeña.
Durante declaraciones a la prensa en esta capital, el canciller mencionó los intercambios con el líder de la Revolución Raúl Castro, el presidente Miguel Díaz-Canel, y su homólogo Bruno Rodríguez, y señaló la coincidencia de su llegada con las reuniones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, parlamento).
En este sentido, Lavrov resaltó la reelección del mandatario y de otros miembros de su gobierno por los diputados, y confirmó la ratificación de los acuerdos bilaterales suscritos el año último, durante la visita de Díaz-Canel a Moscú.
El máximo jefe de la diplomacia en la nación euroasiática aludió a las conversaciones sobre la cooperación conjunta, previo a la realización de la Comisión Mixta, con sede en La Habana dentro de aproximadamente un mes, y constató los avances en esos temas.
Además, mencionó los pasos en la colaboración entre Cuba y la Unión Económica Euroasiática, donde mantiene el estatus de observador, y adelantó la participación en el mes de junio del primer ministro Manuel Marrero en la reunión de ese grupo regional.
El funcionario intervendrá, asimismo, en el Foro Internacional Económico de San Petersburgo, lo cual “abrirá nuevas perspectivas en el ámbito comercial”.
En la conversación con los dirigentes en la mayor de las Antillas, abordaron los lazos culturales y educativos, el contacto entre las autoridades militares y de orden público y el intercambio de experiencias para la garantía de la seguridad.
Respecto a los asuntos internacionales, confirmaron nuevamente la solidaridad con Cuba en su lucha contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos “que, por métodos sucios, sanciones y chantaje pretende la imposición de su dominio”.
De manera colectiva, aseguró, intentan contrarrestar esas acciones y mantener principios justos, sobre todo, en la protección de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la equidad soberana de los estados.