El Consejo de Ministros de Italia declaró este martes el estado de emergencia en todo el país por seis meses “debido al aumento excepcional del flujo de migrantes que llegan al país por las rutas del Mediterráneo”, informó en un comunicado la oficina de prensa del gobierno italiano. una declaración.
Durante una reunión el martes, el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, dijo que, desde principios de 2023, ha habido un fuerte aumento de los flujos migratorios en los Apeninos. Esto llevó a una situación crítica en varios centros de alojamiento temporal para inmigrantes, especialmente en la isla de Lampedusa.
Ante esta situación, se propuso tomar medidas urgentes de emergencia para normalizar la situación en este «punto caliente», en el que se alojaban 1.800 refugiados mientras que el centro estaba diseñado para albergar sólo a unas 400 personas.
El consejo decidió declarar un estado de emergencia en todo el país a propuesta del ministro italiano de Protección Civil y Políticas Marítimas, Sebastiano Musumeci. El gobierno italiano también decidió asignar 5 millones de euros (5,46 millones de dólares) del Fondo Nacional de Emergencia mientras espera una evaluación precisa de las necesidades financieras reales para resolver la crisis migratoria, según el comunicado.
El martes temprano, los medios italianos informaron que unos 3.000 inmigrantes indocumentados llegaron a Italia a través del mar Mediterráneo en los últimos tres días.
La afluencia significativa anterior de migrantes se registró a fines de marzo, cuando más de 6.500 refugiados de Asia y África llegaron a la costa italiana en cinco días, lo que equivale al número de migrantes registrado en los Apeninos en los primeros tres meses de 2022. Desde principios de este año, la afluencia migratoria se ha cuadriplicado, con casi 30.000 migrantes ya llegados al país.
El paso diario ilegal de migrantes en la península de los Apeninos se convirtió en el centro de las discusiones políticas internas en Italia después de que un barco con refugiados se hundiera durante una tormenta en el mar Jónico la noche del 26 de febrero.
Según los sobrevivientes, había a bordo unas 180 personas de Irán, Irak, Siria y Afganistán. Las autoridades dijeron que 89 personas, incluidos 34 menores, murieron en el naufragio.
Italia busca un enfoque solidario de la Unión Europea para resolver la crisis migratoria, ofreciendo organizar una misión naval en el Mediterráneo y contribuir activamente a la estabilización de la situación en el norte de África. El primer ministro italiano, Giorgia Meloni, dijo en marzo que «Italia se quedó sola» para rescatar a los inmigrantes en el Mediterráneo.