El jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, general Herzi Halevi, ordenó hoy la movilización de reservistas en medio de un aumento de la tensión tras los recientes asaltos policiales a la jerosolimitana Mezquita de Al Aqsa.
Halevi no especificó el número de militares que serán convocados para el servicio, aunque la prensa nacional reveló que se pondrá énfasis en miembros de la Fuerza Aérea (IAF), incluidos pilotos de combate y operadores de drones.
La decisión tiene como otro objetivo incrementar la presencia castrense en la ocupada Cisjordania.
La tensión escaló desde la noche del martes por la decisión de la Policía israelí de desalojar a los fieles palestinos presentes a esa hora en la mezquita como es habitual durante el Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
El plan de los uniformados era permitir el ingreso de los judíos al sitio como parte de las actividades por las celebraciones de la Pascua.
La zona es venerada tanto por musulmanes, que la llaman Noble Santuario, como por judíos, que la conocen como el Monte del Templo.
La actuación del cuerpo armado desató desde entonces enfrentamientos dentro y en los alrededores de la mezquita, lo cual provocó numerosas críticas internacionales, en especial en los países árabes y musulmanes.
En respuesta, milicias palestinas lanzaron cohetes hacia Israel desde la franja de Gaza y el sur del Líbano, lo, cual, a su vez, provocó una represalia de ese país.
En los últimos tres días grupos amados dispararon cohetes hacia la vecina nación, cuya Fuerza Aérea respondió con bombardeos contra diversos puntos del enclave costero.
Las autoridades sanitarias de la franja denunciaron este viernes que los recientes ataques de la aviación causaron daños al Hospital Infantil Al Durra.
Según medios de prensa israelíes, durante la actual crisis la IAF lanzó más de 50 toneladas de bombas contra el territorio, donde viven más de dos millones de palestinos.