Según los informes, se utilizaron armas HIMARS y de 155 mm en el ataque que mató a nueve e hirió a siete.
Más de una docena de civiles han muerto por una serie de ataques de artillería en áreas residenciales en Donbass el jueves, informaron los medios de comunicación locales. Las fuerzas de Kiev utilizaron obuses y lanzacohetes suministrados por la OTAN en dos ataques contra la ciudad de Donetsk, declaró el comité de investigación de Rusia.
Un ataque a un estacionamiento en el distrito Kalininsky de Donetsk mató a nueve civiles e hirió a siete, según las autoridades. Después de procesar la escena del crimen, un investigador ruso dijo que la carnicería fue causada por una andanada de un sistema de lanzamiento de cohetes múltiples, «probablemente HIMARS».
Estados Unidos suministró tres docenas de lanzadores HIMARS a Ucrania durante el año pasado, junto con municiones de largo alcance. Otros seis proyectiles de obuses de 155 mm, también suministrados a Ucrania por Occidente, impactaron en el distrito de Petrovsky el jueves por la tarde. No hubo informes de víctimas.
Parte de la ciudad de Donetsk también perdió energía tras el ataque con cohetes y obuses.
Mientras tanto, otro ataque de artillería tuvo como objetivo una estación de autobuses en Lisichansk. Tres civiles murieron, uno resultó herido y un autobús de pasajeros resultó dañado, dijeron las autoridades locales. Lisichansk está en la República Popular de Lugansk, con la posición ucraniana más cercana a unos 20 kilómetros de distancia.
Ucrania ha suplicado repetidamente a EE. UU. y sus aliados que envíen más municiones de artillería , citando la escasez que obstaculizó sus esfuerzos para mantener puntos estratégicos clave como Artyomovsk o Avdeevka, o lanzar la tan esperada “ofensiva de primavera” contra las fuerzas rusas.
La munición tanto para HIMARS como para obuses se incluyó en el paquete más reciente de «asistencia de seguridad» del Pentágono para Kiev, de los cuales $ 500 millones provendrían de las existencias existentes del ejército de EE. UU. y otros $ 2,1 mil millones comprados a la industria militar estadounidense.