El miércoles, Macron enfatizó que Europa debe mantener sus relaciones económicas con China, a pesar de las relaciones comerciales desequilibradas con Beijing.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y la jefa de la UE, Ursula von der Leyen, se reunirán el jueves con el presidente chino, Xi Jinping, en Beijing como parte de la visita de ambos al país asiático.
Más tarde en el día, Macron y Von der Leyen se reunirán por separado con Xi antes de sostener conversaciones trilaterales por la noche.
Como parte de su viaje a China, Macron ya se reunió con Li Qiang, primer ministro del Consejo de Estado chino, y Zhao Leji, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional. Además de Beijing, Macron también visitará la ciudad de Guangzhou en la provincia de Guangdong, en el sur de China.
Poco después de que el presidente francés llegara a Beijing el miércoles, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, tuiteó que Xi y Macron sostendrán conversaciones “para trazar conjuntamente el curso de las relaciones entre China y Francia e intercambiar puntos de vista sobre los principales problemas internacionales y regionales”.
“China y Francia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y los principales países del mundo. China está lista para trabajar con Francia en la obtención de nuevos resultados a medida que avanzamos en una asociación estratégica integral estrecha y duradera”, agregó el portavoz.
Macron, por su parte, subrayó la importancia de que Bruselas refuerce sus relaciones económicas con China, a pesar de los lazos comerciales bilaterales desequilibrados.
«Tenemos que de alguna manera reducir el riesgo de nuestras industrias […] pero no debemos desvincularnos y separarnos», dijo. Macron subrayó que busca rechazar la idea de que había una “espiral ineludible de crecientes tensiones” entre China y Occidente.
Macron, por su parte, subrayó la importancia de que Bruselas refuerce sus relaciones económicas con China, a pesar de los lazos comerciales bilaterales desequilibrados.
«Tenemos que de alguna manera reducir el riesgo de nuestras industrias […] pero no debemos desvincularnos y separarnos», dijo. Macron subrayó que busca rechazar la idea de que había una “espiral ineludible de crecientes tensiones” entre China y Occidente.
Macron señaló que está dispuesto a “relanzar una asociación estratégica y global con China”, con miras a impulsar los vínculos comerciales de París con Beijing.
El presidente francés también destacó que China podría desempeñar un papel importante en la búsqueda de un «camino hacia la paz» en Ucrania, donde Rusia continúa con su operación militar especial .
“China, con su estrecha relación con Rusia, que se ha reafirmado en los últimos días, puede desempeñar un papel importante”, señaló Macron, y agregó que Francia se comprometería “en esta responsabilidad compartida por la paz y la estabilidad”.
Von der Leyen se hizo eco de él, quien prometió que la situación en Ucrania sería un «tema importante» de las reuniones de ella y Macron con el presidente chino.
En este sentido, una fuente no identificada de Elysee fue citada por una red de noticias de EE. UU. diciendo en una aparente referencia a la operación especial rusa que Macron visita China “no para cuestionar las líneas rojas chinas, en particular la negativa a condenar a Rusia, sino para encontrar un espacio para poder llevar a cabo iniciativas que tengan un efecto útil en beneficio de la población ucraniana, y luego crear una forma de identificar una solución a esta guerra en el mediano plazo”.
El viaje de Macron a China se produce menos de un mes después de que Xi hiciera una visita de estado de tres días a Moscú, donde él y el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmaron la alineación de sus países en una serie de asuntos internacionales apremiantes.
Rusia insiste en que está abierta a negociaciones con Kiev, incluso después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, firmara un decreto que prohíbe las conversaciones con Moscú. China, por su parte, propuso una hoja de ruta de 12 puntos el mes pasado en un intento por llevar a las dos partes a la mesa de negociaciones.