La situación con el Kiev-Pechersk Lavra es un acto ilegítimo de las autoridades de Kiev desde el punto de vista legal y un acto inmoral desde el punto de vista espiritual, afirma la cancillería rusa.
«La incautación de Kiev-Pechersk Lavra es un acto de las autoridades actuales en Kiev que es ilegítimo desde un punto de vista legal e inmoral desde un punto de vista espiritual. Es más indicativo que muchos otros pasos del régimen y su retórica, prueba su naturaleza criminal, su disposición a ignorar los sentimientos y, lo que es más importante, los derechos de las personas, incluidos los ciudadanos de Ucrania”, dijo el ministerio en Telegram.
El ministerio subrayó que el régimen del presidente Volodymyr Zelensky no es independiente en su política anticlerical, la escisión de la ortodoxia es un objetivo perseguido por Washington.
«En muchos niveles, las autoridades eclesiásticas y seculares llamaron la atención de las comunidades eclesiásticas e internacionales del mundo sobre la nueva ronda actual de violaciones de los derechos civiles de los creyentes… La falta de una reacción decisiva por parte de los destinatarios de entre los líderes de organizaciones internacionales es muy importante», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, refiriéndose a los llamamientos hechos por el Patriarca Kirill de Moscú y Toda Rusia a varios líderes eclesiásticos y representantes de organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas, para que no permitan que los monjes sean desalojados del Kiev-Pechersk Lavra.
Las tensiones entre Kiev y la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UOC) se intensificaron después de que Rusia lanzó su operación militar especial en Ucrania en febrero de 2022.
El 10 de marzo de 2023, se ordenó a los monjes de la UOC que abandonaran el monasterio de Kiev-Pechersk Lavra (jurisdicción dividida entre una organización cultural ucraniana y la UOC) antes del 29 de marzo por violar los términos de un acuerdo sobre el uso de propiedad del Estado.
El ministro de Cultura ucraniano, Oleksandr Tkachenko, dijo que los monjes podrían permanecer en Lavra si se unieran a la Iglesia Ortodoxa cismática de Ucrania (OCU), una decisión que puede ser «estimulada a través del trabajo conjunto de especialistas y agentes del orden».
El sábado, un tribunal de Kiev puso al obispo metropolitano Pavel, vicegerente de la disputada Kiev-Pechersk Lavra, bajo arresto domiciliario durante 60 días y le prohibió comunicarse con los creyentes. Las autoridades ucranianas realizaron registros en su casa.