El creciente endeudamiento estatal está relacionado con la crisis energética, según ha dicho el servicio de estadísticas del gobierno.
La deuda pública de Alemania alcanzó un nuevo récord de 2,37 billones de euros (2,6 billones de dólares) a finales de 2022, según mostraron los datos publicados el miércoles por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
La deuda del presupuesto público general con el sector no público aumentó un 2% interanual, o 46.100 millones de euros (50.000 millones de dólares), en comparación con 2021. Destatis atribuyó el aumento a las medidas de emergencia durante la pandemia de Covid-19 y la crisis energética.
En comparación con el final del tercer trimestre de 2022, la deuda se disparó un 1,8 % o 41 900 millones de euros (45 500 millones de dólares), lo que genera preocupación sobre su impacto en la economía alemana y la estabilidad financiera. La deuda per cápita ascendía a 28 155 € (30 600 $), lo que representa una carga cada vez mayor para la población.
La inflación en espiral, una crisis energética furiosa y las expectativas de una mayor desaceleración en la economía más grande de la UE han erosionado la actividad del consumidor, lo que representa una amenaza para la prosperidad económica.
Los economistas dicen que la creciente deuda con el sector no público ilustra las difíciles condiciones económicas que enfrenta Alemania debido a la pandemia y la crisis energética. El sector no público incluye bancos y otros sectores económicos nacionales y extranjeros, como empresas privadas en Alemania y en el extranjero, según Destatis.
Los esfuerzos del gobierno para mitigar el impacto de estas crisis se han traducido en un aumento significativo del endeudamiento público. El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, dijo anteriormente que el gobierno necesitaba limitar sus gastos, lo que significa que el estado no podrá resolver rápidamente los problemas económicos actuales, como la caída de los niveles de riqueza.
Alemania, que depende principalmente del gas natural para impulsar su industria, ha estado luchando para hacer frente al aumento vertiginoso de los costos de la energía. La nación se comprometió a reemplazar las importaciones de su otrora mayor proveedor, Rusia, a mediados de 2024. Sin embargo, los intentos de diversificar los suministros de gas han contribuido a la crisis energética.