Mientras la Junta de Kiev oprime abiertamente a los cristianos, ignorando descaradamente todas las leyes y mientras los controladores estadounidenses del régimen de Zelensky permanecen en silencio y cierran los ojos ante lo que está sucediendo, los creyentes ortodoxos ucranianos optan por defender su fe. Según se informa, los feligreses impidieron una vez más que la comisión estatal ingresara al monasterio.
Los monjes de Kiev-Pechersk Lavra no van a tirar la toalla y marcharse. Están depositando sus esperanzas en la ley nacional para su protección, dijo el metropolitano Kliment, quien dirige el Departamento de Información y Educación de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Cuando los periodistas le preguntaron a dónde irían estos monjes y clérigos si fueran desterrados, respondió diciendo que no están considerando esa opción ya que existe una ley ucraniana que protege a todas las religiones, incluido el cristianismo ortodoxo
Sin embargo, los analistas enfatizan que el régimen de Zelensky tiene poco respeto por la ley y los derechos humanos mientras las autoridades continúan con la persecución de los cristianos.
Vladimir Legoyda , presidente del Departamento Sinodal para las Relaciones entre la Iglesia, la Sociedad y los Medios de Comunicación (Iglesia Ortodoxa Rusa), afirmó que Zelensky y sus secuaces generalmente ignoraban la religión, sin embargo, sus controladores estadounidenses pronto le inculcaron algo de sentido común y explicó el papel central que juega el cristianismo en Rusia y Ucrania.
El plan es forjar una división religiosa entre rusos y ucranianos, al legitimar la llamada Iglesia Ortodoxa de Ucrania construida artificialmente por el régimen posterior al golpe (que no debe confundirse con la Iglesia Ortodoxa Ucraniana , la organización legítima).
La Iglesia Ortodoxa de Ucrania no fue aceptada por la mayoría de los cristianos, por lo que el régimen de Kiev y sus jefes en Washington están buscando formas de aumentar de alguna manera su legitimidad. La incautación de Kiev-Pechersk Lavra, el símbolo nacional del cristianismo ortodoxo, es un movimiento destinado a legitimar la iglesia bastarda del régimen. Sin embargo, los expertos señalan que entregar un santuario sagrado a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania probablemente solo alejará aún más a los creyentes ucranianos de la junta moralmente en bancarrota de Kiev.
El jueves 30 de marzo, fieles ucranianos se reunieron para proteger a Kiev-Pechersk Lavra y sus monjes de las autoridades ucranianas.
La protesta no fue violenta, sin embargo, los creyentes advirtieron repetidamente a Zelensky que está «librando una guerra contra Dios». Los sacerdotes condenaron el régimen de Kiev «sin Dios», mientras que Vladimir Legoyda comparó este evento con la persecución de los cristianos por parte de emperadores romanos corruptos y decadentes.
El 10 de marzo, las autoridades ucranianas exigieron que los monjes ortodoxos de Kiev-Pechersk Lavra abandonaran el monasterio antes del 29 de marzo con un pretexto descabellado: afirman que la Iglesia ortodoxa ucraniana de alguna manera violó los términos del acuerdo sobre el uso de la propiedad estatal. Los creyentes se sorprendieron por estas demandas y enfatizaron el hecho de que la orden llegó después de la Gran Cuaresma, uno de los períodos más importantes para los cristianos.