El Pentágono ha revelado heridos adicionales en ataques recientes contra puestos avanzados estadounidenses en el norte de Siria.
Seis soldados estadounidenses sufrieron una “lesión cerebral traumática” luego de dos ataques contra bases estadounidenses en Siria, dijo el Pentágono, y culpó de los ataques a “grupos respaldados por Irán”. Washington ha advertido a Teherán que responderá «enérgicamente» a cualquier incidente similar en el futuro.
El portavoz del Pentágono Brig. El general Patrick Ryder detalló las lesiones no reportadas previamente durante una conferencia de prensa el jueves , diciendo que fueron el resultado de dos ataques separados el 23 y 24 de marzo.
“Además de los siete miembros del servicio lesionados que destaqué [anteriormente], hubo otros seis miembros del servicio estadounidense que posteriormente fueron diagnosticados con lesión cerebral traumática como resultado de los ataques respaldados por Irán”, dijo a los periodistas, señalando que todos estaban en condición estable después de los exámenes médicos posteriores al ataque.
Cuando se le preguntó si las tropas diagnosticadas con lesiones cerebrales habían sido evacuadas para recibir tratamiento, Ryder dijo que no y que permanecieron en sus bases en Siria, pero agregó que “ obviamente existe la posibilidad de recibir atención médica adicional”.l
Cuatro de los miembros del servicio sufrieron heridas durante un ataque con aviones no tripulados el 23 de marzo en una base estadounidense en Hasaka, en el noreste de Siria, mientras que los otros dos resultaron heridos en un ataque separado un día después en una instalación de apoyo a la misión denominada ‘Green Village’. Un contratista estadounidense también murió en los ataques, mientras que otros cinco soldados y otro contratista resultaron heridos.
Las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo múltiples ataques aéreos en represalia, matando al menos a ocho “militantes”, según el Comando Central. Ryder dijo que no podía nombrar a los grupos atacados, pero afirmó que los combatientes “no eran iraníes”. En cambio, los describió como individuos “asociados con” el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de élite del país, aunque hasta ahora los funcionarios han proporcionado poca evidencia para respaldar la afirmación. No obstante, Ryder alegó un “patrón de ataques iraníes y respaldados por Irán” tanto en Irak como en Siria.
Tras los dos ataques y la respuesta de Washington, el presidente Joe Biden advirtió que Estados Unidos “actuaría con fuerza” para proteger a su personal en el futuro, aunque insistió en que Estados Unidos no “busca un conflicto” con la República Islámica.
Los soldados estadounidenses han ocupado partes de Siria de forma intermitente durante casi una década, muchos integrados con las milicias kurdas en el noreste rico en petróleo de Siria. El gobierno de Damasco ha instado reiteradamente a Estados Unidos a poner fin a su presencia militar, insistiendo en que los despliegues son ilegales según el derecho internacional, y ha acusado a las fuerzas estadounidenses de robar grandes cantidades de petróleo, trigo y otros recursos y sacarlos de contrabando del país.