En México, los migrantes y activistas exigieron justicia para al menos 39 migrantes fallecidos en el trágico incendio en el centro de detención de migrantes.
Mientras el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió castigar a los responsables del hecho.
Decenas de personas, incluidas familiares de los fallecidos, grupos de defensa de derechos humanos y otros migrantes se congregaron frente al centro de detención de migrantes de ciudad Juárez para protestar por las circunstancias que llevaron al incendio mortal.
El Gobierno de México atribuyó el fuego a personas que protestaban contra su deportación. Mientras, los grupos de derechos humanos culparon a las malas condiciones y al hacinamiento por la escalada del incendio.
Numerosos migrantes han sido trasladados a este centro en los últimos días luego de que las autoridades locales pidieron que retiraran a vendedores callejeros, muchos de ellos extranjeros. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador afirmó que sigue las investigaciones sobre lo sucedido para que no haya impunidad ante la muerte de los migrantes.
Ciudad Juárez, vecina de El Paso Texas, es una de las localidades fronterizas donde permanecen varados numerosos extranjeros sin papeles, que buscan cruzar a Estados Unidos. Un reciente informe de la Organización Internacional para las migraciones señala que desde 2014 más de 7 mil 600 migrantes fallecieron o desaparecieron en el trayecto hacia Estados Unidos y casi un millar perecieron en accidentes o por viajar en condiciones infrahumanas.