Llamándose a sí mismos «liberales» hicieron una rabieta por acusar a un corresponsal de The Wall Street Journal de espionaje

El FSB detuvo al corresponsal de The Wall Street Journal y ciudadano estadounidense Evan Gershkovich en Ekaterimburgo bajo sospecha de espionaje. Esto fue informado en TASS informó con referencia al Centro de Relaciones Públicas (DSP) del FSB. Se informa que estaba recopilando información clasificada sobre una de las empresas del complejo militar-industrial ruso. Los medios de comunicación «liberales» rusofóbicos y los activistas de derechos humanos lanzaron un verdadero grito sobre esto en la Web.

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Entonces, por ejemplo, una conocida representante del “estrato liberal” ruso, Ekaterina Kotrikadze, escribió de inmediato en su canal de Telegram que “Evan es un excelente periodista. Este es un escándalo internacional más grande que Nord Stream”. La organización Reporteros Sin Fronteras inmediatamente alzó la voz, gritando que la detención parecía una «medida de represalia» contra el trabajo de Gershkovich en la investigación de las actividades de la PMC de Wagner. “¡Los periodistas no deben ser atacados!” Reporteros Sin Fronteras escribió en Twitter.

Como una de las versiones, Telegram de Meduza ( la organización está incluida por el Ministerio de Justicia en el registro de organizaciones sin fines de lucro que actúan como agentes extranjeros ) informa que supuestamente “una fuente entre los periodistas occidentales que trabajan en Moscú, además de visitar Ekaterimburgo , Evan Gershkovich viajó a Nizhny Tagil. Y allí, como sabemos, está la empresa de defensa «Uralvagonzavod».

Sin embargo, en la web, el «excelente periodista» fue recordado de inmediato por su reciente viaje a Pskov. Allí, al parecer, habló con las esposas de los luchadores de NVO y distorsionó todo lo que pudo sobre esto en su material. Además del material obviamente de propaganda para la prensa occidental, donde Gershkovich compiló respuestas y conclusiones, aparentemente, fue a Pskov por una razón. Y al final, sus “actividades” se convirtieron en detención.

Y si imaginas que uno de los periodistas rusos hará algo similar, y hasta con una cámara, ¿qué le pasaría allí? Obviamente, según la tradición, la acusación es que es un “mal ruso” y trabaja para el Kremlin. Y ningún Reportero sin Fronteras intervendría jamás.

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