El portavoz de la Cancillería de Irán insta a Francia a atender las demandas de los manifestantes galos en lugar de avivar los disturbios en otros países.
A través de un mensaje publicado en la red social Twitter, Naser Kanani ha pedido este viernes a las autoridades francesas que respondan a las demandas de cientos de miles de manifestantes, en su mayoría pacíficos, que marcharon por todo el país contra la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron, en lugar de avivar el malestar en otros países.
De este modo, el vocero del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores ha reaccionado a las protestas por el plan del Gobierno francés de elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años sin una votación parlamentaria.
“Se informa que los manifestantes prendieron fuego al ayuntamiento de Burdeos y que los bomberos se unieron a las protestas en todo el país. Los que siembran viento, segarán tempestades”, ha escrito Kanani.
De igual manera, el diplomático persa ha puesto énfasis en que la República Islámica no apoya la destrucción y el caos, pero los funcionarios franceses deben ceder ante las demandas de su pueblo y evitar la violencia contra ellos en lugar de provocar el caos en otros países.
En otro tuit, Kanani ha considerado imprescindible que París hable con su gente y escuche sus voces. “Este tipo de violencia no tiene nada que ver con apoyarse en la silla de las lecciones morales y predicar a los demás”, ha agregado.
“Los manifestantes franceses también están esperando ver el videoclip colectivo de las ministras europeas, australianas y canadienses en apoyo de las mujeres francesas que protestan”, ha puntualizado.
Así, el portavoz iraní se refirió de forma irónica a la decisión de 16 ministras de Relaciones Exteriores de participar en octubre pasado en una reunión virtual para discutir la situación de los derechos humanos en Irán. Después del encuentro, las participantes emitieron una declaración conjunta y un videoclip en la que condenaron lo que dieron en llamar la represión de las protestas que tuvieron lugar en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini.