El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvedev, ha informado este jueves de que Rusia tiene previsto producir otros 1.500 carros de combate a lo largo de este año para hacer frente a las fuerzas ucranianas en el marco de la invasión del territorio.
«Nuestros enemigos consideran que nuestra industria se ahogará, que gastaremos todo y se nos acabarán los recursos», ha aseverado antes de recalcar que «solo este año se producirán 1.500 tanques», según ha recogido la agencia de noticias Interfax.
En este sentido, ha lamentado que la comunidad internacional está «tratando de reducir las importaciones de materiales» y ha señalado que «siguen apuntando a que Rusia se está quedando sin armas», algo que ha rechazado.
Asimismo, Medvedev ha sostenido que Rusia está fabricando sus propios drones aunque ha admitido que «ha habido una falta de este tipo de artefactos durante un tiempo». Además, ha destacado que Rusia cuenta con armas igual de buenas o mejores que Occidente. «Lo más importante ahora es producir todo esto en cantidades necesarias y que esta producción arranque cuanto antes», ha dicho.
En este sentido, ha hecho hincapié en que son las «armas nucleares estratégicas las que garantizan la protección de Rusia». «Si no fuera por eso, ya nos habrían reducido a pedazos», ha puntualizado.
Por otra parte, ha alertado de que una posible detención del presidente, Vladimir Putin, tras la orden emitida por el Tribunal Penal Internacional supondría una «declaración de guerra» contra Rusia, lo que provocaría el lanzamiento de misiles.
«Si se diese una hipotética detención en Alemania, por ejemplo, lanzaríamos misiles contra la propia oficina del canciller y el Parlamento alemán», ha amenazado.