Rusia advierte sobre futura escasez mundial de petróleo


La demanda superará la oferta en los próximos tres a cinco años debido a la falta de inversión en la industria

El mercado mundial se enfrentará a una escasez de suministro de petróleo en los próximos años debido a la falta de inversión en la industria, dijo el jueves el viceministro de Energía de Rusia, Pavel Sorokin.

La producción de petróleo ahora está «infrainvertida» debido a las «acciones de los países occidentales», dijo, refiriéndose a un cambio hacia la energía renovable que ha llevado a las empresas de todo el mundo a recortar la inversión en hidrocarburos.

“Las inversiones [en la producción de petróleo] ahora están entre un 20 % y un 25 % por debajo del nivel anterior a la COVID-19, lo que significa que en tres a cinco años tendremos una caída bastante significativa en las nuevas capacidades puestas en servicio. Esto significa que la carga recaerá sobre los países de la OPEP+ que están tratando de seguir invirtiendo”, afirmó Sorokin.

Sus comentarios se hacen eco de las previsiones de la OPEP, que cree que la industria petrolera mundial necesita más financiación a medida que la demanda sigue aumentando debido al énfasis en la seguridad energética, incluso cuando el mundo avanza hacia las energías renovables.

La alianza de países productores de petróleo ha dicho en sus informes que se espera que el crudo retenga la mayor parte de la combinación energética mundial y que la industria requerirá una inversión de 12,1 billones de dólares para 2045 para satisfacer la demanda mundial.

A principios de esta semana, Rusia anunció que extendería su recorte unilateral de producción de 500.000 barriles por día por otros tres meses hasta finales de junio. La medida contribuyó a la estabilización de los precios del crudo, que cayeron abruptamente la semana pasada por la preocupación de que la crisis bancaria occidental podría debilitar la demanda mundial de energía.

Rusia decidió reducir voluntariamente la producción de petróleo en marzo en represalia por un tope en el precio del petróleo introducido por Occidente, que dijo que eventualmente resultaría en una oferta escasa y generaría incertidumbre en el mercado global.

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