Tanzania nunca se ha enfrentado a un brote del virus de Marburgo. Sin embargo, ha tenido que dar respuesta a otros temas relacionados con la salud, como la pandemia de la COVID-19 o los brotes de cólera y dengue de los últimos tres años. Según la Organización Mundial de la Salud, el país tiene un riesgo de alto a muy alto de brotes de enfermedades infecciosas.
Cinco de cada ocho personas infectadas con la enfermedad del virus de Marburg murieron en la región de Kagera, en el noroeste de Tanzania, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las autoridades confirmaron ocho casos tras realizarse pruebas de laboratorio tras reportes de contagios y muertes en la región.
“Cinco de los ocho casos, incluido un trabajador de la salud, han muerto y los tres restantes están recibiendo tratamiento”, dijo la OMS, y agregó que “un total de 161 contactos han sido identificados y están siendo monitoreados”.
Mientras Tanzania lucha contra el virus de Marburgo, recibe asistencia de la OMS.
La institución sanitaria internacional está apoyando al Ministerio de Salud para desplegar un equipo de emergencia en Kagera para llevar a cabo más investigaciones epidemiológicas.
“Estamos trabajando con el gobierno para ampliar rápidamente las medidas de control para detener la propagación del virus y poner fin al brote lo antes posible”, dijo Matshidiso Moeti, director regional para África de la Organización Mundial de la Salud.
El virus se transfiere a las personas a través de los murciélagos frugívoros y a través del contacto directo con los fluidos corporales de personas, superficies y materiales infectados.
El virus de Marburg es del mismo tipo que el virus que causa el ébola. Es muy virulento y provoca fiebre hemorrágica, cuya tasa de letalidad asciende hasta el 88%.
En la actualidad no existen vacunas ni medicamentos antivirales aprobados para tratar el virus. Sin embargo, existen formas de mejorar la supervivencia, incluida la rehidratación con líquidos orales o intravenosos y el tratamiento de síntomas específicos.