Los hogares se empobrecerán y pagarán más impuestos en los próximos años, proyecta un grupo de expertos
Los salarios reales en el Reino Unido no volverán a su nivel de 2008 hasta 2026 a pesar de una disminución de la inflación, informó la Resolution Foundation, un grupo de expertos independiente, esta semana en su análisis del nuevo presupuesto.
Según el informe , el país va camino de una “década desastrosa” de ingresos estancados y altos impuestos, con recortes en los servicios públicos.
La publicación destacó que los salarios reales cayeron a una tasa anual del 3,9% en enero, y señaló que el panorama general de los salarios es «uno de estancamiento salarial a largo plazo».
La disminución de los ingresos disponibles de los hogares este año y el próximo es la peor en un siglo, enfatizó el grupo de expertos.
“La economía de Gran Bretaña sigue estancada en un profundo bache: la gente recibe apoyo para trabajar pero se empobrece más y paga más impuestos pero se ven recortados los servicios públicos”, escribió.
Se pronostica que el Reino Unido habrá atravesado «el mayor shock energético e inflacionario desde la década de 1970, mientras evita una recesión, con un desempleo que alcanza un máximo de solo el 4,4%», agregó Resolution Foundation.
Según el estudio, se espera que los impuestos como porcentaje del PIB alcancen el 37,7 % al final del período de pronóstico, lo que representa un máximo de 70 años y un aumento del 4,7 % desde 2019-2020.
El congelamiento de los umbrales del impuesto sobre la renta desde 2022-23 significa que los hogares típicos estarán peor por £1,110 ($1,337) para 2027-28 cuando finalice el congelamiento, señaló.
Torsten Bell, director ejecutivo de Resolution Foundation, afirmó que “el primer presupuesto de Jeremy Hunt fue un asunto mucho más grande de lo que muchos esperaban, combinando mejoras en las terribles perspectivas económicas y fiscales con un importante paquete de políticas destinado a impulsar el crecimiento a largo plazo en general. y el tamaño de la fuerza de trabajo en particular.
“Pero dando un paso atrás, los desafíos subyacentes del Reino Unido permanecen prácticamente sin cambios. Estamos invirtiendo muy poco y creciendo muy lentamente. El nivel de vida de nuestros ciudadanos está estancado. Les pedimos que paguen más impuestos, mientras recortan los servicios públicos”, concluyó