El presidente serbio, Alexándar Vucic, se reunirá este sábado con el primer ministro kosovar, Albert Kurti, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, para refrendar lo acordado a finales de febrero.
Miles de personas salieron este viernes a las calles de la capital serbia, Belgrado, para mostrar su rechazo ante un acuerdo apoyado por Occidente que busca normalizar las relaciones entre Serbia y Kosovo.
A lo largo de la concentración los participantes arremetieron contra el presidente Alexándar Vucic, tachándolo de «traidor» por ceder ante las propuestas de la Unión Europea respecto a la solución del problema de Kosovo, al tiempo que aseguraron que seguirán tomando las calles.
Además, aseveraron que si este sábado Vucic acepta y firma el acuerdo de normalización durante su reunión con el primer ministro kosovar, Albin Kurti, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en la ciudad de Ohrid (Macedonia del Norte), debería dimitir y convocar elecciones.
Amenazas a Vucic
«Solo hay una solución en Ohrid el sábado: rechazar el acuerdo en su totalidad. Y si no rechaza el ultimátum, el único acto es dimisión. Esta noche hacemos la pregunta de quién autorizó a Vucic a aceptar y firmar el acuerdo franco-alemán sobre el reconocimiento del falso Estado de Kosovo», manifestó Bosko Obradovic, líder del partido Dveri.
Por su parte, el presidente del Nuevo Partido Democrático, Milos Jovanovic, acentuó que Serbia «es mucho más valiente» que el mandatario. «Si queremos defender a Serbia, Vucic debe irse inmediata y totalmente. Esta pelea es solo el comienzo, lo haremos juntos o no lo haremos», dijo, para agregar que ahora pende sobre la oposición «una enorme» responsabilidad.
Asimismo, hubo incluso amenazas de muerte hacia Vucic, recoge el portal Novosti. Así, Dejan Zlatanovic, uno de los organizadores de la marcha, dijo al final de su discurso: «A quien lo firme [el acuerdo], lo matan».
Desde la Unión Europea comunicaron el viernes que el encuentro en Ohrid se focalizará en «finalizar la implementación» de lo acordado a finales de febrero.
- Entre las principales condiciones del acuerdo figuran el reconocimiento mutuo de los respectivos documentos y símbolos de Serbia y Kosovo, incluidos pasaportes, placas de matrícula y otros. Además, que cualquier controversia entre las partes se resolverá exclusivamente por medios pacíficos, sin recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza.
- Ninguna de las partes representará a la otra internacionalmente ni actuará en su nombre. Serbia no se opondrá a la adhesión de Kosovo a ninguna organización internacional.
- Kosovo se separó de facto de Serbia durante una guerra a finales de la década de 1990, después que la OTAN, liderada por Estados Unidos, emprendiera una campaña de bombardeos contra el país en 1999.
- Washington y muchos de sus aliados reconocieron a Kosovo como Estado soberano después que su Parlamento votara a favor de declarar la independencia formal en 2008, pero Serbia y una serie de naciones, como Rusia, China o España, rechazan hacerlo.