La Presidencia de Rusia ha afirmado que el envío de aviones militares sólo causará «más problemas» a Ucrania y ha advertido de que, al igual que el armamento entregado en el pasado a las fuerzas ucranianas, será un potencial objetivo de «destrucción» para las tropas rusas.
El principal portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha considerado que anuncios como los realizados por los gobiernos de Polonia y Eslovaquia, que han confirmado sendas entregas de cazas de fabricación soviética MiG-29, evidencian que los países de la OTAN siguen aumentando su «participación directa» en el conflicto ucraniano.
Asimismo, ha cuestionado al mismo tiempo la relevancia de dichos aviones, ya que Peskov considera que no cambiarán la evolución de los combates y que, de hecho, los países occidentales sólo buscan deshacerse de «equipos viejos e innecesarios» enviándolos a Ucrania, informa la agencia de noticias Interfax.
Polonia y Eslovaquia han sido los dos primeros países en conceder al Gobierno de Volodimir Zelenski los cazas que lleva semanas reclamando, pero por ahora no ha habido ningún cambio de postura en grandes potencias como Estados Unidos, cuya Administración ha descartado entregar cazas F-16.