La decisión del Gobierno francés de activar hoy el artículo constitucional 49.3 para adoptar su reforma de la jubilación sin voto parlamentario desató el anuncio de nuevas mociones de censura y de protestas sindicales.
La moción de censura está lista, afirmó el secretario nacional del Partido Comunista Francés y diputado, Fabien Roussel, después de que la primera ministra, Elisabeth Borne, apelara al polémico artículo antes del comienzo de la sesión de la Asamblea Nacional para el análisis final del proyecto.
También la parlamentaria y líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, adelantó que introducirá una moción en la Cámara Baja, ante lo que calificó de una situación de crisis política.
Hace unos días la excandidata presidencial y finalista en las últimas dos elecciones había asegurado que de esgrimirse el 49.3 presentaría la protesta y acompañaría cualquier otra de su tipo en el hemiciclo.
La izquierda y la extrema derecha no reúnen los votos necesarios para alcanzar los cerca de 290 que exige la mayoría absoluta, por lo que el triunfo de una moción que haga caer a la primera ministra pasa por el respaldo de los conservadores del partido Los Republicanos.
Borne esgrimió la responsabilidad del Gobierno y la visión de no poner en riesgo el futuro de los franceses para desencadenar el artículo que evitó el sufragio decisivo en la Asamblea Nacional, donde el oficialismo perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de junio pasado.
Expertos y medios de prensa estimaban que tal vez el partido gubernamental y sus aliados no podrían reunir el apoyo requerido, escenario al cual se atribuye el empleo una vez más del 49.3, utilizado a finales de año una decena de veces para la aprobación de leyes sobre el presupuesto.
Después del anuncio, el secretario general de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martinez, llamó a ampliar las protestas contra la reforma, rechazada por cuestiones como la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años, el aumento del período de cotizaciones y la eliminación de regímenes especiales de jubilación.
También el líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, afirmó que continuarán las movilizaciones.
La víspera, cientos de miles de franceses volvieron a las calles por octava ocasión desde el 19 de enero para manifestar su repudio al proyecto gubernamental, marchas acompañadas por huelgas en diversos sectores.