“¿Te acuerdas cuando hace un año comprábamos esto y era más barato?”, es la frase que Juan, de 36 años, le dice a su mujer cada vez que van al supermercado. También se ha convertido en la frase más repetida entre los españoles.
El precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas lleva casi un año acumulando subidas en España, pero febrero ha marcado un récord. Se ha registrado un aumento del 16,6% respecto al mismo mes del año anterior, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.
La tasa de febrero es la más alta desde 1994, cuando arranca la serie histórica.
“Esto nos obliga a mirar y comparar precios constantemente”, cuenta Juan a Euronews. El ingeniero vive con su mujer y su bebé de seis meses y asegura que ahora la cesta de la compra le sale un 20% más cara con respecto al año pasado.
“Comparo precios en internet. Tengo activadas las alertas, especialmente para los pañales del niño, y compro cuando sale alguna oferta”, asegura.
Para Mara, cuidadora de ancianos de 56 años, la situación se ha complicado mucho con la subida de precios.
Su sueldo roza los mil euros y se estira para “tres personas y media”, como dice ella, contando a su nieto con el que pasan los fines de semana.
“Antes me gastaba 50 euros al hacer la compra semanal, ahora pago más de 125 euros”, afirma la española.
“Hemos tenido que dejar de comprar ternera y solo comemos pollo y pavo. Tampoco compramos algunas de nuestras frutas favoritas, como la sandía, hasta que no vemos que bajan de precio”, añade.
Para las frutas que sí siguen comprando ha racionado la cantidad que comen. “Nos encanta el melón, antes comíamos dos rodajas cada vez, ahora solo una y así nos dura más”, asegura.
Cada semana que recibía el sueldo, Mara solía pagar el alquiler y guardar un poco de dinero por si sucedía algún imprevisto. Sin embargo, con la subida de precios, este márgen ha desaparecido. “Ya no puedo ahorrar nada”, señala.
Los precios disparados
La subida más pronunciada la han sufrido especialmente los alimentos frescos, como las legumbres, hortalizas y frutas.
Tan solo en los dos primeros meses del año, las legumbres y hortalizas han subido un 11,3%.
Según el Gobierno, esto se debe a que hay menos oferta “como consecuencia de unas condiciones climáticas desfavorables”, tanto en España como en otros países de la Unión Europea. “Esto ha provocado un incremento de los precios por el aumento de la demanda internacional”.
Los productos que más se han encarecido con respecto al año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística, son: el azúcar (52,6%), la mantequilla (39,1%), las salsas y condimentos (33,8%), el aceite de oliva (33,5%) y la leche (33,2%).
Esta subida tan pronunciada ha tenido lugar a pesar de las medidas impuestas por el Gobierno español para controlar la subida de precios y el impacto en las familias.
El pasado mes de enero entró en vigor la bajada del IVA del 4 al 0% para productos frescos y del 10 al 5% para aceites y pastas
Aún así los precios han devorado esa rebaja y la nueva subida muestra que el coste de los alimentos todavía no ha tocado techo.
Otras medidas que el Gobierno ha implementado para frenar la crisis son una ayuda económica de 200 euros para más de cuatro millones de hogares con rentas bajas y 300 millones en ayudas a agricultores para compensar el aumento de los costes por el crecimiento de los fertilizantes.
¿Por qué no han funcionado las ayudas?
Laura, madre soltera de 52 años, recibe un cheque de 50 euros cada semana del Ayuntamiento de Parla, para poder dar de comer a su familia.
Su Ayuntamiento es el tercero más pobre de toda España y este barrio de clase obrera ha notado especialmente la subida de precios.
“Para mí el pollo ya es casi imposible de comprar y el cerdo también está aumentando su precio muchísimo. Yo ahora solo compro verduras en lata y congelados porque es lo que me sale más económico”, cuenta a Euronews.
“Yo antes con 50 euros hacía una compra para casi todo el mes y, ahora, con 50 euros tengo para una compra y raspando”, añade.
Cuenta que tiene que hacer malabares para poder alimentar a su familia. La carne siempre la reserva para sus dos hijos, mientras que ella se conforma con un sandwich de queso.
“Hay una importante pérdida de poder de compra porque los salarios no están reaccionando a la subida de precios de la misma manera. Por eso las familias lo están pasando mal y tienen que ajustar el presupuesto”, sostiene Carlos Martín, director del gabinete económico de Comisiones Obreras.
“Según los últimos datos de negociación colectiva, el salario medio ha crecido en torno al 3%, mientras que los alimentos están subiendo hasta el 16,6%”, añade.
Para el portavoz de Comisiones Obreras, los empresarios están aprovechando la bajada de los impuestos para aumentar sus márgenes de beneficio todavía más.
“Hemos visto márgenes empresariales a niveles históricamente altos”, sostiene Martín.
Sin ir más lejos, el presidente de Mercadona, una de las grandes compañías de supermercados y distribución aseguraba este martes al presentar beneficios extraordinarios que “habían subido los precios una burrada” y si no lo hubiesen hecho, la situación “sería un desastre”.