Con exceso de trabajo, mal pagados y agobiados por préstamos estudiantiles es una situación que enfrentan decenas de miles de estos médicos jóvenes en una huelga de tres días en toda Inglaterra.
Aada es anestesista en prácticas en Londres con 23 dólares la hora. Algunos están incluso peor. Cuando comienzan en la profesión, a los médicos jóvenes se les paga casi 17 dólares la hora, una tarifa que, según dicen, no sigue el ritmo de la inflación de dos dígitos.
Las luchas financieras y el agotamiento están expulsando al personal del servicio de salud de Gran Bretaña que ya se enfrenta a listas de espera de pacientes récord, que superan los siete millones en enero de este año.
La acción de hoy significa cientos de miles de citas canceladas en todo el país.
Todo eso, dicen los médicos, es el resultado del duro período de la pandemia, la falta de fondos y un recorte de más del 25 por ciento de lo que llevan a casa durante 15 años que los ha dejado desmoralizados.
La huelga de los médicos jóvenes, que representan alrededor del 40 por ciento de la fuerza laboral médica, se produce inmediatamente después de una ola de acciones industriales de enfermeras, trabajadores de ambulancias y otro personal. El gobierno dice que la demanda de pago del 35 por ciento de los médicos es inasequible.
En vísperas del paro laboral, el gobierno ofreció hablar si se cancelaba el paro. Sindicatos como la Asociación Médica Británica advierten que las huelgas podrían continuar el próximo año a menos que se cumplan sus demandas.