La falta de experiencia de sus jóvenes colaboradores fue la causa de los primeros tropiezos, entre ellos la fallida visita a La Araucanía de la entonces titular del Interior Izkia Siches, a quien no le permitieron entrar a la comunidad mapuche de Temocuicui.
El primer golpe fuerte contra el Gobierno ocurrió el 4 de septiembre, cuando una propuesta de Constitución para sustituir la impuesta en 1980 por la dictadura militar fue rechazada por el 62 por ciento de la población y sólo recibió el apoyo de 38 de cada 100.
Esto provocó un cambio en el equipo de ministros, donde Siches fue sustituida por Carolina Tohá y Giorgio Jackson dejó la Secretaría General de la Presidencia para ocupar la cartera de Desarrollo Social y Familia.
También fueron reemplazados los titulares de Salud, Energía y Ciencia, Tecnología e Innovación.
Otro revés para Boric ocurrió pocos días antes de su primer aniversario en el poder, cuando la Cámara de Diputados rechazó la iniciativa de legislar una reforma tributaria, piedra angular del programa de gobierno.
La aplicación más equitativa de los impuestos, donde paguen más quienes más tienen, y las medidas contra la evasión fiscal permitirían financiar varios proyectos sociales, entre ellos aumentar las pensiones y mejorar los servicios de salud, educación y vivienda.
Después del traspié legislativo se realizó la segunda reforma ministerial, que incluyó el cambio de la hasta ayer titular de Relaciones Exteriores Antonia Urrejola, por el diplomático Alberto Van Klaveren.
También fueron reemplazados los ministros de Obras Públicas, Culturas, Deportes y Ciencias, Tecnología e Innovación y hubo modificaciones en 15 subsecretarías.
Entre los aciertos del Ejecutivo en este año figuran el aumento del salario mínimo y la ratificación del Acuerdo de Escazú, primer tratado ambiental de la región y donde se incluye la protección a los activistas contra el calentamiento global.
Boric impulsó un programa de compensación a las más de 400 víctimas de traumas oculares, ocasionados por el cuerpo de carabineros durante el estallido social de octubre de 2019.
Asimismo, fue muy bien valorada la rápida y efectiva respuesta del Ejecutivo ante los devastadores incendios forestales, desatados en febrero reciente en varias regiones del centro y sur del país.