El aumento del gasto en defensa propuesto por el presidente de EEUU, Joe Biden, va en contra de las preferencias demócratas. Los republicanos están en general a favor. No obstante, la situación con el presupuesto para apoyar a Ucrania casi revierte esa tendencia, considera Timothy Hagle, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa.
«Los demócratas parecen dispuestos a gastar más para apoyar a Ucrania y los republicanos se muestran más escépticos. Si el gasto adicional en la defensa es solo para compensar lo gastado por Ucrania, entonces los republicanos pueden ser escépticos al respecto. Si el dinero se gasta en proyectos que son necesarios, como la modernización de varios sistemas de defensa, entonces los republicanos probablemente estarían más a favor», declaró Timothy Hagle..
El profesor agregó que a pesar de eso, Biden tendrá dificultades para conseguir que una propuesta así pase por el Congreso estadounidense, especialmente por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.
«El aumento del gasto en defensa podría ser una forma de atraer a algunos republicanos, pero no estoy seguro de que funcione», señaló.
Además, el experto piensa que el plan del presupuesto récord de Biden que propone billones de dólares en nuevos gastos y, al mismo tiempo, promete reducir el déficit subiendo los impuestos a las empresas y a los ricos, no es realista. La deuda nacional sigue creciendo y es probable que las subidas de impuestos que propone ni siquiera cubran el nuevo gasto que desea.
«Parte del problema es que las subidas de impuestos propuestas por Biden no suelen funcionar. Las empresas pueden trasladar los impuestos a sus consumidores y los ricos pueden normalmente mover sus activos para evitar su responsabilidad fiscal», aseguró.
«De este modo, la clase media acaba pagando la factura del aumento del gasto, ya sea directamente por el aumento de sus propios impuestos o indirectamente por el aumento de los precios de los bienes y servicios o el menor rendimiento de sus inversiones», destacó.
Hagle expresó que no está sorprendido por el presupuesto que solicitó el presidente estadounidense. Agregó que Biden lleva mucho tiempo hablando de «imponer impuestos a los ricos» y a las empresas, y en ese sentido está en línea con otros demócratas.
«No he visto muchos detalles sobre sus planes de gasto, pero mi suposición es que están en línea con lo que lleva diciendo desde hace tiempo y que seguirán las prioridades habituales de los demócratas, como el cambio climático y los programas sociales», enfatizó.
Hagle también subrayó que, por lo general, los demócratas no están demasiado preocupados por la deuda nacional o el déficit, pero la creciente cantidad del presupuesto nacional que tiene que destinarse a pagar los intereses de la deuda y eso sin hablar de una amplia variedad de gastos sociales como la seguridad social, servicios de salud y otros, acabará alcanzando un punto de ruptura.
El 9 de marzo, la Casa Blanca publicó el proyecto de presupuesto de defensa de Biden para 2024, que asciende a 842.000 millones de dólares, un 3,2% más que el año anterior.
En particular, prevé 1.700 millones de dólares para ayudar a Ucrania en su «guerra contra Rusia». Biden solicita 753 millones de dólares para Kiev con el fin de contrarrestar la llamada «maligna influencia rusa» y otros 400 millones para financiar operaciones contra la influencia de China. Además, la propuesta de presupuesto incluye más de 6.000 millones de dólares para apoyar a Ucrania, la alianza de EEUU con la OTAN y otros socios europeos.
El legislador republicano Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, calificó la propuesta de presupuesto de «poco seria» y la criticó por incrementar la carga tributaria para los contribuyentes.
EEUU está en riesgo de incumplir el pago de su deuda nacional, que ronda actualmente los 31.460 millones de dólares, según datos del Departamento del Tesoro. Medios locales reportaron que una eventual contrapropuesta presupuestaria de los republicanos incluiría un recorte del 45% a la ayuda exterior y reducir casi a la mitad los fondos de contrainteligencia del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Biden proyecta un aumento interanual del producto interno bruto del 1,5% en 2024, así como una inflación del índice de precios al consumidor del 2,4%.
Biden y McCarthy se reunieron previamente para discutir sus diferentes puntos de vista sobre el presupuesto y no alcanzaron un consenso.