El presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó este viernes que la autoproclamada república de Kosovo pretende arrastrar a Belgrado hacia hostilidades con la OTAN, en las que el bloque militar volvería a brindarle su apoyo a Pristina.
«Quieren involucrar a Serbia en un conflicto, que entre en conflicto con la OTAN», aseguró el mandatario. «Que él [el dirigente kosovar Albin Kurti] haga de una especie de [Vladímir] Zelenski, y yo de [Vladímir] Putin«, sostuvo el mandatario. «Eso es lo que han estado haciendo todo este tiempo», agregó.
Vucic lamentó que Pristina cuente con «la protección y el apoyo» de una parte importante de la comunidad internacional, hecho que considera imposible de cambiar, ya que Kosovo es «su hijo».
De acuerdo con sus palabras, la autoproclamada república no está interesada en establecer la paz entre las dos partes, ya que «todos quieren la humillación de Serbia». «Les prometo que no sucederá. Ni la humillación de Serbia, ni capitulación», subrayó el presidente.
El líder serbio indicó que de momento no tiene claro qué es lo que discutirá más adelante respecto al tema de la independencia deKosovo y Metojia, debido a que Pristina, según dijo, se ha negado a cumplir con su deber internacional. Vucic ya ha asegurado en ocasiones anteriores que mientras sea presidente no aceptará el reconocimiento formal ni informal de Kosovo, ni su ingreso en la ONU.
«Créanme, no tengo claro de qué hablar en absoluto. Dicen que las conversaciones fueron constructivas. Fueron tan constructivas que lo único de lo que tenían que hablar, dijeron que no lo cumplirán», señaló el mandatario, refiriéndose a las recientes negociaciones sobre el plan de Bruselas para la normalización de las relaciones entre Belgrado y Pristina.
«¿Deberíamos reconocer a Kosovo?», se preguntó Vucic para manifestar que lo «más inteligente» que podría hacer Pristina para que eso ocurra algún día, es al menos empezar a «cumplir con sus obligaciones internacionales, en las que también puso su firma».
Con estas palabras, el mandatario insistió en que, según el acuerdo de Bruselas, negociado bajo los auspicios de la Unión Europea, en Kosovo se debía crear un órgano de autogestión de los serbios que viven en el territorio de la autoproclamada república, la llamada Comunidad de Municipios Serbios. Al respecto, desde Belgrado afirmaron haber cumplido su parte del pacto, mientras que Pristina suspendió el proyecto de creación de esa entidad.