Energética alemana Wintershall Dea busca su segunda oportunidad en Argentina

La compañía energética alemana fue durante mucho tiempo una lucrativa ayudante de Putin. Eso terminó con la invasión de Ucrania. Después de su ruptura con Moscú, la empresa busca nuevas oportunidades en Argentina.

Durante muchos años, la empresa productora alemana de gas y petróleo Wintershall Dea fue considerada la social más importante del grupo energético ruso Gazprom en Alemania y, por lo tanto, también del Gobierno del presidente Vladimir Putin. La subsidiaria de BASF compraba gas natural barato para la industria alemana y, a cambio, promovía las buenas relaciones ruso-alemanas.

Wintershall Dea mantuvo sus contactos con el régimen de Putin hasta el final, invirtiendo mucho dinero en relaciones públicas prorrusas durante años, lo que, en última instancia, tiene su parte de responsabilidad en la ingenua dependencia alemana de Gazprom.

Pero con la invasión rusa de Ucrania vino también la condena por esta estrecha relación comercial. Wintershall Dea tiene que reposicionarse, el negocio ruso es historia: «Una continuación de nuestro negocio en Rusia no es sostenible», explicó el director ejecutivo de Wintershall Dea, Mario Mehren, en enero.

Argentina, clave para el realineamiento

Una de los principales países en los quela empres alemana está tratando ahora de recuperar terreno es Argentina. «Wintershall Dea es uno de los productores de gas más importantes del país», confirma a DW el portavoz de la compañía, Frank Meyer.

El objetivo inicial de Argentina es independizarse de las importaciones de energía, como un primer paso para luego establecerse como un proveedor en el mercado mundial, que se sume a las exportaciones de la región.

«En los próximos cuatro años planeamos invertir hasta 450 millones de euros en nuestros proyectos en Tierra de Fuego y Neuquén «, cuenta Meyer. En Neuquén, se ubica el polémico gasoducto de Vaca Muerta.

Como sea, la intención declarada de Wintershall Dea es, primero, ayudar al país a ser energéticamente autosuficiente, para luego poder exportar gas argentino a todo el mundo. Quizás también a Europa. Pero, aunque no fuera así, la oferta argentina podría ayudar a aliviar la situación en el mercado mundial a medio plazo, prevé la empresa.

Con Fénix, de las cenizas

Uno de los más importantes proyectos futuros es el desarrollo del campo de gas marino Fénix, frente a las costas de Tierra del Fuego. Forma parte de CMA-1 (Cuenca Marina Austral 1), la concesión de producción de gas más austral, en la que Wintershall Dea posee una participación del 37,5 por ciento. Su producción cubre actualmente alrededor del 15 por ciento de los requerimientos de gas natural de Argentina.

Con una producción máxima prevista de 10 millones de metros cúbicos de gas al día, se espera que Fénix entregue volúmenes significativos de gas natural durante más de 15 años a partir de principios de 2025.

En favor de la empresa alemana hablan los años de experiencia que lleva en el país sudamericano. «Argentina es uno de nuestros países centrales», resume Meyer. De ahí que, Wintershall Dea espere ahora que el país contribuya al crecimiento de la compañía en el medio plazo y esté analizando si hay otras oportunidades, además de los proyectos ya anunciados.

Una oportunidad para ambos lados

Para ambas partes, una cooperación más intensa sería una perspectiva realista, opina Carl Moses, consultor económico alemán radicado en Buenos Aires, en entrevista con DW: «Las malas condiciones político-económicas han frenado las inversiones durante años, hasta el punto de que el país ni siquiera puede autoabastecerse, sino que tiene que importar el costoso gas natural licuado (GNL) a gran escala».

El mercado de la energía está fuertemente regulado por el Gobierno, incluso a través de la fijación de precios por parte del Estado. Últimamente, sin embargo, el Gobierno ha dado margen a las empresas productoras con algunos ajustes en los precios y una relajación parcial de las restricciones monetarias.

«En lo que respecta a la calidad y la extensión de los depósitos de gas de esquisto, Argentina, sin duda, tendría el potencial técnico para convertirse en un actor de importancia similar a la de Estados Unidos en el mercado mundial de GNL», afirma convencido Moses.

Se necesitan reformas estructurales profundas

Emilio Apud, de la Fundación Libertad y Progreso en Buenos Aires y con experiencia en política empresarial, pide un nuevo impulso después de las elecciones de este año: «El próximo Gobierno tendrá la oportunidad de llevar a cabo reformas estructurales de gran alcance, incluyendo una reforma monetaria, para modificar el tipo de cambio y desbloquear de manera permanente y creíble el flujo de capitales, y para recuperar la confianza en la seguridad jurídica, que permitirá atraer inversiones de esta escala».

 

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